La historia de agradecimiento que empujó a una discográfica a ayudar a los niños oncológicos hospitalizados en el Clínico de Santiago

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO

ESPAÑA EMIGRACIÓN

El animador musical Pablo Díaz, durante una actuación en el Hospital Clínico de Santiago
El animador musical Pablo Díaz, durante una actuación en el Hospital Clínico de Santiago

El sello Ghost Highway Recordings, fundado por el arousano Marco Padín en Madrid, contribuye, a partir de la descarga de un disco digital, a recaudar dinero para la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia

25 ene 2023 . Actualizado a las 23:11 h.

Al igual que en los últimos eneros desde el año 2020, el grovense Marco Padín, fundador de la discográfica Ghost Highway Recordings -un sello, amateur, con base en Madrid, especializado en punk rock, garage y rock- publicó la semana pasada un nuevo sampler digital recopilatorio, un disco de 30 canciones de bandas que tienen relación con el sello y con el que, a partir de su descarga, busca recaudar fondos para Asanog, la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia. «Se trata de apoyarles en la labor que hacen con los pequeños ingresados en el Hospital Clínico de Santiago. Con ello también busco de alguna forma agradecer el trato que en el CHUS tuvieron con mi hermana pequeña, que padeció esa enfermedad. Como recuerdo a ella puse todo esto en marcha. Yo tenía un afición, que era la discográfica, un buen altavoz para esta iniciativa», explica, recordando su propia trayectoria.

El arousano se afincó en el 2003 en Madrid. «Yo trabajo como jefe de obra de una constructora, pero siempre me gustó la música. Cuando no sabes componer o tocar, una forma de estar vinculada a ella es promocionando bandas amigas. En el 2008 me lancé y monté la discográfica. A ella dedico mi poco tiempo libre. Es un entretenimiento», remarca el grovense sobre un sello que este mes cumplió 15 años y cuyo seña de identidad son los vinilos, con casi 270 referencias publicadas, entre ediciones propias y colaboraciones. Entre las bandas con las que trabaja Padín cita a muchas internacionales, del norte de Europa. «Imperial State Electric, The Nomads, Jack Oblivian o Greg Cartwright tienen publicado conmigo. También hay nacionales, como Buffalo, Gibones o Bullet Proof Lovers. Entre los gallegas con las que he sacado disco está el grupo del agitador musical Rafa Anido, los pontevedreses Thee Blind Crows o a la banda en solitario del coruñés Astray», enumera con pasión. «Tengo muchos amigos en la música y en radios, como Radio 3, que estos años me ayudaron a dar voz a mi iniciativa con Asanog», desliza agradecido, enlazando ya con su proyecto más solidario.

«A mi hermana, que vivía y trabajaba en Santiago, le diagnosticaron un cáncer con 30 años, que le llevó a recibir tratamiento durante seis años en el CHUS. No podemos estar más agradecidos a la sanidad pública, por el trato que le dieron. Por su recuerdo, y por todo el cariño que tenía tanto a mi hija como a otros sobrinos, la familia quiso hacer algo para los pequeños con cáncer ingresados en el hospital. Es muy duro tener a un familiar ingresado. Estas navidades falleció mi padre, a quien muchos en O Grove aún recuerdan al haber puesto en marcha la discoteca Scorpio. Él había estado ingresado en el Clínico unos meses antes. En los dos casos, tanto de mi padre como de mi hermana, no tenemos más que buenas palabras hacia el personal», enfatiza emocionado.

«En mayo del 2018, justo un año después de fallecer mi hermana, nos movimos, junto a una amiga de ella, para que un animador musical gallego, Pablo Díaz, fuese al hospital a hacer un cuentacuentos para los niños», evoca con orgullo. «No queríamos que eso quedase ahí. Para nosotros era, además, importante que se conociese la labor que realiza Asanog», sostiene el arousano.

«Durante los años siguientes, coincidiendo con el aniversario de su muerte, que fue en mayo, seguimos contratando a Pablo y, en enero del 2020, quise lanzar ya un sampler digital para intentar recaudar más dinero y poder prolongar las actividades para niños en más fechas», aclara, señalando que en la actualidad, y junto a un cuentacuentos de Pablo Díaz en mayo, se programan talleres de ilustración en mayo y diciembre y se destina dinero para que Asanog compre libros para niños.

«Durante los meses que mi padre estuvo ingresado pude conocer las actividades que realiza la asociación en el hospital. Ver cómo esos niños se divierten, contemplar su cara de ilusión, lograr que sus padres se entretengan, al menos durante una hora, no tiene precio», acentúa con empuje. «Mi padre falleció este 25 de diciembre. El día 27 estuve en Santiago viendo la actuación de Pablo Díaz. Todo lo que recaudo va íntegramente para esos niños», resalta, detallando cómo poder contribuir.

«Con la descarga del disco se pueden pagar desde cinco euros. Este año, además, se puede comprar un calendario, más unos singles o unos elepés. Toda la ayuda es necesaria», reafirma con compromiso, haciendo también una llamada a bandas más grandes, que quieran colaborar en el disco. «Me gustaría lanzar, sobre todo, un mensaje de esperanza a las familias de niños hospitalizados. Yo, mientras pueda, seguiré haciendo cosas. Con lograr una sonrisa para esos pequeños, a mí me vale», concluye.