Chris e Inês: «Fuerteventura es una isla que te sana. El lujo es la vida descalza»

ESPAÑA EMIGRACIÓN

Inês y Chris, autores del blog RandomTrip, en La Graciosa a principios de año.
Inês y Chris, autores del blog RandomTrip, en La Graciosa a principios de año.

Gallego y portuguesa, esta pareja de viajeros dejaron hace seis años la vida sentada que llevaban en una oficina de Madrid. Tras conocer las ocho islas Canarias, tienen claro cuál es la mejor para vivir

17 abr 2022 . Actualizado a las 17:52 h.

«Viaja por libre» es el lema de esta pareja de gallego y portuguesa que ha dormido en la hacienda de Café con aroma de mujer, en el top de lo más visto en Netflix, rodada en una auténtica hacienda cafetera que ellos disfrutaron antes del triunfo de la serie en streaming.

Inês y Chris, viajeros incansables y autores del blog Random Trip, estuvieron en ese paraíso de Colombia tras romper en el 2016 con una vida cotidiana de oficina en Madrid, comprar un billete de avión de ida y empezar a vivir viajando. No hubo vuelta. La aventura, que se convirtió también en un nuevo plan flexible de trabajo, les metió en la mochila un año de continente asiático, ocho meses en Latinoamérica y otros muchos explorando paraísos cercanos, como Canarias. En las islas afortunadas tienen previsto echar el ancla en breve. En su último viaje, este invierno, han conocido las Canarias que les faltaban. «Y ahora podemos decir, con toda seguridad, cuáles de las ocho son nuestras favoritas», afirma Inês. ¿Y? «Acabamos de conocer La Palma (la foto de arriba es allí, en La Cumbrecita) y nos enamoró; El Hierro es la favorita para una escapadita. ¡Y para vivir, Fuerteventura!». «Es la más árida y solo tiene playas, pero hay un aquel difícil de transmitir con palabras. Da paz. Es una isla que te sana». Hablan con conocimiento de causa tras su confinamiento isleño. Cuando se decretó el estado de alarma, estaban allí, con sus portátiles (que les permitieron convertir lo que iba a ser una semana en cuatro meses de estancia). La pareja vivió «un confinamiento Premium» en Caleta de Fuste. «Nuestra conexión con Fuerteventura empezó en la pandemia y es para siempre», asegura Inês, que subraya que Canarias «tiene una maravilla de clima, primavera todo el año».

Fuerteventura crece hoy, gracias a las posibilidades de lo digital, en un tipo de perfil profesional que corresponde a una persona joven que tiene opción de teletrabajo. «Gran Canaria se ha convertido incluso en una meca para el trabajo digital». «Cada vez hay más gente que une a una escapada de una semana otras dos o tres semanas de teletrabajo. Esto te permite conocer la isla de una forma más cotidiana, más lenta y sostenible. A raíz de la pandemia, se ha notado un cambio», dice Inês.

«El grueso del turismo en Canarias son extranjeros, en muchos casos jubilados. Hay ese turismo, pero crece este otro perfil de gente joven que pasa breves períodos en la isla, más como local que como turista», añade Chris. «Al final, haces tu vida en el barrio, como en las urbes», consideran. Pero Inês y Chris tienen claro que les gusta el clima cálido, la tranquilidad canaria y «la vida descalza».

«Por viajeros que seamos, queremos tener un nido cerca de la familia», concluye Inês, que anuncia la primicia de que ese nido adoptivo será Fuerteventura.

Inês en la playa de Puertito, en la isla de Lobos.
Inês en la playa de Puertito, en la isla de Lobos. RandomTrip

Su blog de viajes puede servirte de ayuda para moverte por Canarias. Para saber, por ejemplo, qué presupuesto diario aproximado necesitas para irte una semana a Fuerteventura, donde, según la pareja, no te puedes perder la visita (a solo 15 minutos en barco de Corralejo) a la isla de Lobos: «Son 4,5 kilómetros cuadrados de paz y puro paraíso en los que merece la pena invertir medio día en conocer el islote donde antes vivían los lobos marinos que le dan el nombre. Aparte de la impresionante playa de Puertito, también te podrás bañar en la Playa de la Concha del del islote, ambas de mar calmo y turquesa, pero esta última más resguardada del viento». Aunque el viento poco asusta a los amantes de la isla majorera.