Gallegos en la isla de La Palma: «Lo que está ocurriendo es un desastre muy grande; se lo está llevando todo, todo»

ESPAÑA EMIGRACIÓN

Beatriz Rodríguez Domínguez, hija de un emigrante gallego de Ordes que llegó a la isla hace 50 años, y cuya casa está a 4 kilómetros de la zona cero de Cumbre Vieja.
Beatriz Rodríguez Domínguez, hija de un emigrante gallego de Ordes que llegó a la isla hace 50 años, y cuya casa está a 4 kilómetros de la zona cero de Cumbre Vieja.

Testigos gallegos relatan desde la isla de La Palma sus vivencias con la erupción del volcán de Cumbre Vieja

21 sep 2021 . Actualizado a las 10:19 h.

Vecinos del municipio de El Paso, el más afectado por el volcán, están desolados porque ven desaparecer el trabajo de toda una vida al arrasar la lava sus casas y sus fincas. Otros viven con la incertidumbre de cómo quedarán las suyas. Y algunos, los turistas, observan con relativa tranquilidad lo sucedido. Estos son los testimonios de unos gallegos que viven la isla y de otro que la visita estos días. 

Félix Rodríguez: «Hace 50 años recién llegado de Inglaterra me sorprendió la erupción del Teneguía»

Nerviosa y superada por la situación. Beatriz, hija de Félix Rodríguez -un emigrante gallego que echó raíces en La Palma-, coge el teléfono mientras llegan a su casa los pocos enseres que los evacuados han salvado de sus viviendas en El Paso. «Lo que está ocurriendo es un desastre muy grande. Se esta llevando viviendas..., se lo está llevando todo, todo». Ella nunca había vivido una tragedia de estas dimensiones. En cambio, su padre Félix, natural de Santa Cruz de Montaos (Ordes), recuerda que «hace 50 años recién llegado de Inglaterra» le sorprendió la erupción del Teneguía. Explica que entonces no hizo tanto daño, «porque reventó cerca del mar», pero el de ahora, coincide con su hija, «se lo ha llevado todo».

«Conoció en Inglaterra a mi madre, una canaria, vinieron a La Palma en 1970, se casaron y tuvieron a mi hermano, en 1971 vivieron la erupción del Teneguía», explica Beatriz Rodríguez Domínguez. «Yo he vivido dos erupciones, una en la barriga de mi madre y ahora esta», afirma.

Félix, viudo desde hace unos años, está a salvo en Puerto de Tazacorte, cerca de su restaurante Casa del Mar. En cambio, la casa de Beatriz está más próxima al volcán Cumbre Vieja. En concreto, a «unos 4 kilómetros». «Aquí se escucha el rugido del león», dice refiriéndose al estruendo de las erupciones.

«Todo el mundo está movilizado en horario continuo», explica. Y eso incluye a su familia. Su marido, Juan Manuel Vidaña, es guardia civil de Tráfico. «Lleva cuatro días que viene a casa, come, se ducha y se vuelve a ir». Las jornadas también están siendo maratonianas para su hijo Alejandro. «Es sanitario y está trasladando gente de los hoteles a los puntos de recogida y de allí a los acuartelamientos».

«Yo ayudo en lo que puedo. Están trayendo a mi casa las cosas más personales, las más urgentes, las más necesarias de las viviendas afectadas». «Mi marido tiene compañeros a quien el volcán les ha llevando su casa». «Estoy atacada», reconoce.

Suso Valverde, médico ourensano al que la erupción del volcán le sorprendió estando de vacaciones en La Palma.
Suso Valverde, médico ourensano al que la erupción del volcán le sorprendió estando de vacaciones en La Palma.

Suso Valverde: «Habrá que volver a hacer las excursiones que no hemos hecho»

«Habrá que volver a hacer las excursiones que no hemos hecho», asegura Suso Valverde, un ourensano que llegó el pasado jueves a La Palma con su mujer para pasar una semana de vacaciones. Tuvo que anular varias excursiones, una de ellas a la Caldera de Taburiente y otra a Cumbre Vieja. Valverde y su mujer son médicos y se alojan más al norte de El Paso, donde está el volcán en erupción. En concreto, en Los Llanos, por lo que se muestran tranquilos. Un vídeo que realizaron del volcán y que su hija colgó en Twitter se hizo viral. En la grabación, una señora, tras enterarse que son turistas, les dice con tono entusiasta: «¡Anda, pues mira, unas vacaciones diferentes!.

«En Los Llanos, la gente hace vida normal, está en los bares, en las terrazas», asegura Valverde, pero detalla que 24 horas antes de la erupción estuvieron en la zona de colas de lava que causó el San Juan en 1949. El domingo, tenían prevista una excursión por la Caldera del Taburiente, pero se suspendió porque los accesos estaban bloqueados por los desprendimientos causados por los movimientos sísmicos, comenta. Así que pensaron en ir a una playa que está por debajo de donde está cayendo la lava, pero como la carretera no tiene retorno, explica, por si se cortaba y no podían salir, decidieron no ir.

Ahora, a Valverde, lo único que le inquieta es la incertidumbre de si el viernes «el aeropuerto estará operativo». Por lo demás, resalta «todo está muy bien organizado».