Dos empresarios gallegos que son referencia en la hostelería de Barcelona se dan cita en Noia

ESPAÑA EMIGRACIÓN

MONCHO ARES

El lousamiano José Manuel Castro y el lugués Jaime Veiga se forjaron en la Ciudad Condal tras emigrar de Galicia

09 ago 2019 . Actualizado a las 17:03 h.

La emigración gallega está trufada de historias individuales que a poco que se indague en ellas aparecen mil y un aspectos que merece la pena contar, porque tanto pueden servir de ejemplo como de demostración de la valía que generalmente se atribuye a las personas que un día hicieron las maletas, o ni eso, y se fueron por el mundo adelante para ganarse la vida o un futuro que aquí se veía muy negro.

Precisamente, mañana se darán cita en la villa de Noia dos empresarios que forjaron su profesión más allá de Pedrafita y que se convirtieron referencias de la hostelería de Barcelona: José Manuel Castro y Jaime Veiga. ¿Y qué les trae a las riberas del Tambre? Una boda y la amistad que se profesan, no en vano fue Castro quién abrió las puertas de su negocio a Veiga cuando, siendo un jovenzuelo de 21 años, a principios de los ochenta, decidió dar carpetazo a sus estudios en el seminario para buscarse un empleo en la Ciudad Condal que había conocido en el transcurso de una excursión de fin de curso de la mano de Pepe, un lousamiano que ya entonces tenía mucho que decir en el campo de la restauración barcelonesa, donde regentó, hasta hace poco, el popular restaurante Santiaguiño.

El lugués fue un alumno aventajado del barbanzano, ya que, de la misma forma que su mentor fue expandiendo su sabiduría por la populosa urbe catalana, también él fue haciendo lo propio hasta ser bautizado como el Rey de la Noche de Barcelona, por el número de establecimientos que llegó a gerenciar, hasta que en el año 2013 se desvinculó del ocio nocturno para regresar a sus orígenes, la restauración, adoptando como gancho uno de los platos punteros de la rica gastronomía de Galicia, el pulpo, que ofrece en cuatro restaurantes repartidos por la Ciudad Condal, denominados Can Lampazas, nombre que tomó prestado de su parroquia de origen, Lampazas, situada en el ayuntamiento de Samos, con el toque catalán can, es decir, casa. 

Expansión a Madrid

Pero las ansias emprendedoras de Jaime Veiga no se han quedado en las cuatro pulperías-braserías con las que cuenta actualmente, ya que tiene proyectado desembarcar en la capital de España, en donde quiere abrir un establecimientos similar, pero con otra denominación.

El empresario reconoce que la emigración gallega en Cataluña no está pasando por el mejor momento por diversas circunstancias, pero nuestra gastronomía sigue manteniendo el tipo, apostando por la cocina tradicional que siempre caracterizó a los locales regentados por hijos de la Nación de Breogán, propietarios reconocidos por su condición de trabajadores y formales.

Mañana se encontrarán de nuevo Castro y Veiga, dos referencias de la hostelería de Barcelona, pero no estarán solos desde el punto de vista profesional, porque a la celebración nupcial están invitados reconocidos empresarios de la hostelería autóctona, así como otros de diversos ámbitos que forjaron amistad con el barbanzano que hizo el añorado Santiaguiño un punto de obligada peregrinación para gallegos nostálgicos, cuando no para incluso los directivos y jugadores de las distintas secciones del Fútbol Club Barcelona, detalle con el que coincide el que fue alumno, que incluso se codea con el mismísimo Messi.