Láminas gallegas para proteger tejados que conquistan EE.UU.

INTERNACIONALIZACIÓN

Inalflex, una firma constituida en Rois hace menos de un año, ha llegado a un acuerdo con el proveedor de materiales de construcción más grande del mundo

03 may 2020 . Actualizado a las 10:19 h.

Todavía no ha cumplido el año de vida e Inalflex, una pequeña empresa con sede en el municipio coruñés de Rois, ya ha llegado a un acuerdo con el mayor proveedor de materiales de construcción del mundo, con sede en Estados Unidos, y que cuenta con dos mil almacenes en el continente americano. Esta firma se dedica a la fabricación y comercialización de duroflex, unas membranas de aluminio diseñadas para impermeabilizar cualquier punto crítico del tejado.

La elevada demanda de este tipo de producto en el mercado estadounidense, donde los consumidores dan especial importancia a estos elementos constructivos, ha hecho que haya sido el primer destino exportador de la empresa gallega.

«No tenemos el producto más barato», precisa Javier Bouzas, director general y socio de la firma, quien precisa además que el precio de su oferta es hasta tres veces superior al que maneja la competencia. A pesar de ello y de que los envíos se hacen directamente desde la fábrica gallega, lo que alarga los plazos de entrega, Inalflex ya ha colocado pedidos en los estados de California, Texas, Arizona, Florida, Nueva York o Carolina del Sur. El responsable de la empresa gallega explica que el cliente estadounidense es muy exigente y valora la calidad sobre otras decisiones de compra, como puede ser el precio. «Quien se hace con este producto es consciente de que una lámina que impermeabiliza la cubierta de su casa, aunque sea cara, si cumple con su cometido por un período de tiempo mucho mayor que su competencia, a la larga se convierte en más barata», explica Javier Bouza.

Y es que por la dimensión del país, en Estados Unidos se encuentran zonas al norte donde las lluvias y nevadas exigen el mejor de los productos para evitar la entrada de agua y de humedades dentro del hogar, y otros estados del sur donde lo que se demanda es una lámina fuerte y resistente a las radiaciones ultravioletas que eviten fisuras o roturas y pongan en peligro la impermeabilidad del tejado cuando llegan las tormentas veraniegas. «Aún nos queda mucho por trabajar para seguir creciendo en las exportaciones a este país», recalca Javier, «pero se hace más fácil cuando ves que la mayor multinacional del sector apuesta por tus soluciones y su mercado reacciona positivamente». Debido a la crisis económica desencadenada por la expansión del coronavirus, Inalflex está exportando ahora al cliente final y no a los intermediarios, aunque espera que a partir de próximas fechas se vayan abriendo los almacenes.

crecimiento

Javier Bouza, un empresario con más de 40 años de experiencia en el sector de la construcción, fundó Inalflex a comienzos del pasado 2019, aunque no fue hasta finales del pasado año cuando empezó la actividad. Con una facturación inferior a 100.000 euros en los tres meses del 2019 que tuvo operaciones, espera alcanzar el medio millón de euros a lo largo del 2020, y el millón de euros en el 2021. Para ello, ha incorporado nuevos productos a su catálogo, como las placas limahoya de aluminio, los perfiles remate con aluminio lacado o los sellantes adhesivos. Ahora se encuentra en conversaciones con distribuidores de Alemania, Holanda, Reino Unido y Chile.

La empresa, constituida ahora por dos socios, aspira a comenzar el año que viene con una plantilla de más de diez trabajadores, entre operarios y personal administrativo.