El ribeirense que exporta sus jabones y remedios naturales a Sudamérica

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Ha viajado a Perú y Bolivia para impartir talleres a unos 250 alumnos

04 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es de sobra conocido en Barbanza, desde donde lanzó una línea de productos naturales realizados por él mismo que llegaron a diversos rincones del mundo. Una gama de jabones vinculados al Camino de Santiago y otra dirigida a la higiene de las mascotas fueron sus señas de identidad. Ahora, Esteban Pérez ha cruzado el charco para exportar a Sudamérica sus conocimientos sobre el aprovechamiento de las plantas. Ha pasado los últimos días recorriendo Perú y Bolivia, donde ha impartido 13 talleres que han contado con un total de 250 alumnos.

Los pasos para la elaboración de cremas, perfumes y jabones naturales, así como el proceso de destilación de las plantas, han constituido los pilares de los cursos que el ribeirense ha impartido durante su aventura por tierras americanas. Sus sesiones formativas se completaron con una parte teórica dedicada a la creación de marcas cosméticas y al emprendimiento. Son temas que Esteban Pérez domina a la perfección.

Él accedió al mundo empresarial a través de una línea de jabones, a la que después sumó productos como cremas para pies y ungüentos para dolores musculares. No tardó en ampliar la gama, dirigiéndose fundamentalmente a las herboristerías y las tiendas ecológicas. Hoy se dedica en exclusiva al desarrollo de productos para diferentes marcas. De forma paralela, comparte los conocimientos adquiridos: «Teño feito diferentes actividades formativas en colexios e asociacións. Gústame explotar esta faceta docente».

Y fue mezclando su pasión por el aprovechamiento de los recursos naturales con el gusto por la enseñanza y las ganas de viajar como surgió la posibilidad de desarrollar acciones formativas en Sudamérica. Antes de partir, se empapó de teoría sobre los recursos naturales del lugar y también sobre las carencias: «A natureza é rica, pero hai falla de materias primas para a elaboración de produtos de cosmética, por exemplo, substancias para emulsionar e facer cremas, polo que hai que buscar alternativas».

Por fortuna, encontró un amplio abanico de productos a los que echar mano, como cera de abeja, quinoa, manteca del Amazonas... y también plantas como romero y lavanda que, destiladas, pueden ser empleadas para la obtención de jabones, cremas y perfumes. Esteban Pérez destacó que la normativa del sector es flexible: «Quizais polo feito de que escasean este tipo de produtos, alí é máis doado converter isto nun negocio, dedicándose á produción artesanal para a posterior venta. Esa carencia tamén propicia que haxa máis interese por este tipo de iniciativas formativas».

Planes en marcha

Mostrar las posibilidades laborales que tiene el mundo de la cosmética fue uno de los principales motivos que llevó al ribeirense a cruzar el océano Atlántico: «Busco que este sector se poida converter nun negocio para os alumnos. Algúns eran incluso profesionais que querían ampliar os seus coñecementos desde a perspectiva europea. De feito, impartín uns obradoiros para principiantes e outros xa máis avanzados».

Ahora, Esteban Pérez sueña con seguir su ruta formativa por América: «Gustaríame impartir obradoiros en comunidades máis afastadas, como as da Amazonia». De hecho, ya tiene contactos establecidos para cumplir a corto plazo este reto que se ha marcado. Sería, eso sí, una aventura solidaria, puesto que se brindaría a realizar las sesiones de forma gratuita.

Argumenta que, compartir sus conocimientos y experiencias, es para él una prioridad: «Aínda que traballo para a empresa privada, especialiceime en Educación Ambiental e gústame complementar a miña faceta laboral con esa parte social e formativa. É para min un xeito de sentirme realizado».