La firma Moble Park de Nigrán extiende sus parques de bolas por toda España

Laura Míguez Rúa
L. Míguez VIGO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Siete personas fabrican el área infantil con elementos propios o nacionales

27 ene 2020 . Actualizado a las 10:58 h.

Las bolas de los parques infantiles se lavan. Primer terror paterno respondido. Una empresa de Nigrán, MoblePark Tecno S.L, es una de las firmas que se encargan de esa limpieza y de fabricar toda la instalación. La empresa arrancó hace quince años como una carpintería dedicada al mobiliario para áreas infantiles y poco a poco fueron enfocando su negocio a la instalación de parques de bolas.

En la crisis tocó reinventarse y la elección fue un acierto, hoy sus parques proliferan por todo tipo de negocios que buscan atraer a familias con niños. La clave de su éxito es clara: fabricación propia y productos externos comprados en España. «La coquilla la cogemos en Barcelona, las bridas en otra planta española, las tirolinas las diseñamos y fabricamos nosotros desde el minuto uno, las bolas se hacen en Alicante en una fábrica de inyección de plástico y son de alta calidad...», el listado de Vicente Urquijo, gerente y dueño, es extenso.

Todo forma parte de una apuesta por la calidad que continúa con la propuesta de mantenimiento que ofrecen, y que incluye la limpieza de las populares bolas en una máquina especial que las enjabona y las deja como nuevas. «Claro que eso depende del cliente, que es el que marca los tiempos para limpiarlas y las labores de revisión del parque. Creemos que debería haber una normativa para forzar un repaso anual en todas las instalaciones, pero de momento queda a merced del dueño».

Como sus proyectos son personalizados, no trabajan con catálogo y directamente se desplazan al local para diseñar el espacio en función de las necesidades y el espacio comercial. El auge de dichas área les está llevando a recorrer toda España y en Galicia han llegado a instalarlos incluso en una lavandería.

«Hemos hecho infinidad de parques por toda España y aquí hemos montado en Ponteareas, en Redondela, en Vigo en García Barbón o en un restaurante de Martínez Garrido, en Ferrol, Sanxenxo, A Coruña, Panxón... y ahora estamos trabajando en un local en Bouzas y otro en A Coruña. Además tenemos en proyecto hacer el mayor parque de bolas de Galicia y empezaremos en un mes a montarlo, pero no se puede decir aún dónde», explican desde la fábrica de Nigrán.

Sus instalaciones pueden variar desde un pequeño parque de dos plantas que puede rondar los 5.000 euros a auténtico megaparque como el de la Jungla en Mos. Para hacer frente a la competencia de los productos que llegan de Asia, MoblePark apuesta por la calidad y para ello tiene incluso un ingeniero que certifica los parques, que cumplen con toda la normativa vigente. «Sería necesario endurecer los requisitos para que el intrusismo pueda quedar en evidencia, se aprovechan de la ignorancia del que contrata y su búsqueda de ofertas para introducir materiales de baja calidad o hacer instalaciones que luego, cuando nosotros vamos a revisar, asustan», cuenta López Urquijo.

Desde su nave se encargan al detalle de cada paso. Después de visitar al cliente y las instalaciones realizan un proyecto a medida y lo repasan con el comprador, que puede elegir cada uno de los espacios, los colores y personalizar la instalación. Luego llega la fase de fabricación, que se hace con un equipo de siete personas. Fabrican en fibra de vidrio los toboganes, cortan acero y demás materiales, tapizan las plataformas y cosen los elementos que luego el equipo se encargará de instalar.

Un parque de los más pequeños necesitará una instalación mínima de unos tres días, pero los grandes pueden suponer hasta un mes. Y es que es en su ubicación final donde se cosen muchas de las partes, se colocan las bridas y se monta toda la estructura con protectores.