Los aranceles de Trump echan más sal en la herida de las exportaciones gallegas

M. B. / M. A. / E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

LEAH MILLIS | Reuters

Crece el temor entre los sectores afectados a que se les cierre la puerta de un país con un peso cada vez mayor en sus ventas

13 feb 2020 . Actualizado a las 12:01 h.

Galicia encadena ya cinco trimestres consecutivos en los que el sector exterior tiene una contribución negativa a su producto interior bruto (PIB). Es decir, que lejos de sumar a la generación de riqueza, resta. Esto tiene que ver con la brusca caída de las exportaciones, acelerada por el mal comportamiento de la automoción y de la energía, y la caída de la confección. En un contexto de enfriamiento marcado por el parón de la locomotora alemana, que ha encendido las luces rojas, el escenario que se abre tras la decisión de Trump de penalizar con gravámenes del 25 % una larga lista de productos agroalimentarios europeos supone echar más sal en una herida que lleva ya tiempo abierta.

Aunque el mercado estadounidense supone solo el 2,5 % del total de las exportaciones gallegas, unos 550 millones de euros, la preocupación es más que palpable en el sector agroalimentario gallego. Y ya no solo por el impacto que la decisión de Trump acabe teniendo sobre sus cuentas, en el caso de quienes ya venden sus productos en tierras estadounidenses; sino porque, en la práctica, se cierran las puertas de un mercado de 327 millones de consumidores. Palabras mayores. Y eso vale para todos, para quienes ya están allí y contaban con vender cada vez más en ese país y para los que planeaban el desembarco en EE.UU. con sus productos.

Curiosamente, el sector agroalimentario estaba logrando esquivar esa tendencia a la baja de las exportaciones. «En el 2018 as ventas internacionais de produtos alimentarios acadaron os 2.700 millóns de euros, un 68 % máis que no 2008», explica Roberto Alonso, gerente del Clúster Alimentario de Galicia. Y Estados Unidos es el principal mercado para sus productos, por detrás de la UE. Alonso sostiene que el 31 % del vino, el 10 % del aceite y el 10 % del queso fundido que exporta Galicia tiene como destino la tierra de Trump.

Poco queso y aceite

En el lado positivo de la balanza hay que destacar que Galicia vende muy poco queso o aceite a ese país. «Exportamos moi pouco pero é certo que todo o que sexa subir aranceis afecta», cuentan en San Simón da Costa. Más preocupación hay en el sector del vino, el principal afectado. En O Ribeiro aseguran que si Trump cumple sus amenazas «teremos que buscar outros nichos de mercado», explica su presidente, Juan Manuel Casares.

En el sector conservero también se palpa la inquietud. La conserva gallega envía 150 toneladas de latas de crustáceos y marisco al otro lado del charco, principalmente de mejillón, y en menor medida de navajas, berberechos y almejas, también afectadas por las iras proteccionistas de Trump. Y preocupa que la introducción de nuevos aranceles se produzca en un mercado como el norteamericano que estaba creciendo de manera significativa, del orden del 40 %, y que se había colocado como segundo en orden de importancia después de la UE. Y, sobre todo, inquieta que esa lista -se trata de una relación preliminar- pueda engordar con otros productos del mar. El secretario general de Anfaco, Juan Vieites, se resiste «a dar ideas» al presidente norteamericano, pero confiesa que de anotar los cefalópodos en ese listado, los perjuicios serían más graves. No en vano los chipirones, los calamares y el pulpo son lo más demandado por los estadounidenses a las conserveras españolas.

Para colmo, «coincide con la mayor incertidumbre sobre el brexit», una plaza en la que los envíos de conservas cayeron el año pasado un 30 %. Eso significa que si la exportación a EE.UU. se contrate también, las empresas tendrán que realizar «planes de contingencia y estrategias para buscar otros mercados». Por eso que, más que el impacto directo de ver gravada la entrada de sus productos, lo realmente preocupante es el impacto de esa guerra en otros países. Y es que la exportación supone ya el 50 % de las ventas de la conserva gallega y española.

Tocado el Mexillón de Galicia

Precisamente por ser el estadounidense un mercado que demanda calidad, la marca Mexillón de Galicia resulta tocada por las balas de Trump. Vale que no hay exportaciones de producto en fresco, pero el bivalvo con DOP llega a EE.UU. en el producto que fabrican las conserveras que venden latas con el sello de origen. «Non entendemos por qué os sectores productivos vinculados á alimentación temos que soportar as disputas comercias dos sectores aeronáuticos da UE e EE.UU.» Y mucho menos que los productos de la partida que ha desatado la guerra comercial «se graven con un 10 % de arancel mentres que ao mexillón lle impoñan un 25 %», dice Francisco Alcalde, presidente del Consello Regulador do Mexillón de Galicia.