Galicia tienta los paladares de Seúl

INTERNACIONALIZACIÓN

Un grupo de cocineros y sumilleres pasaron una semana dando a conocer los mejores bocados y vinos

06 nov 2017 . Actualizado a las 12:14 h.

La Spanish Extravaganza es una misión especial para algunos de los sumilleres y cocineros gallegos con más recorrido. Ya han visitado decenas de ciudades, como Londres, París o la capital de China y su último destino ha sido Seúl (el próximo será Bombay). Allí los sumilleres Alejandro y Luis Paadín (autores de la Guía de Vinos de Galicia y del libro Las piedras que hacían vino) echaron mano de estos contenidos para dar a conocer los vinos gallegos a la vez que su tradición, que pesa mucho en la cultura coreana. «El objetivo principal es atraer visitantes a Galicia, a pesar de que ya son miles los que llegan cada año detrás de los misterios del Camino de Santiago, por ejemplo, y por eso la historia milenaria de los lagares es un gran atractivo», explica Luis Paadín.

Alejandro cree que esta propuesta entronca especialmente con un país que mima a los mayores hasta en la mesa: «Hay que servirles de una determinada manera, agarrando la botella con las dos manos y los comensales jóvenes no pueden brindar con la copa más elevada que ellos». Los cocineros de la expedición tuvieron retos nada sencillos de los que salieron airosos gracias a los clásicos como la paella o la tortilla, pero también con las recetas más creativas. Fueron capaces de tentar a unos paladares que están acostumbrados a comer sin sal y que tienen reservas para algunas preparaciones crudas, mezclando a la vez platos que en Galicia serían primeros o segundos claros. «En contra de lo que pueda parecer, las cocciones bajas no siempre encajan e incluso encontraban salados los platos sin sal», cuenta el cocinero Iván Domínguez, del grupo Alborada, que, a pesar de las intensas jornadas de trabajo, tuvo tiempo para sacar ideas que se reflejarán pronto en las cartas de sus locales, como las mesas-barbacoa coreanas.

A Iván lo acompañaban Rafael Centeno, del restaurante Maruja Limón de Vigo; Benigno Couso, de la Taberna Patouro (también de Vigo); Santi Almuíña, del restauratente Colón y Héctor López, del España, ambos en Lugo. Todos recibieron a críticos, sumilleres y prescriptores en el hotel de cinco estrellas Four Seasons de Seúl, que fue el campamento base en el que todas esta manos dieron a conocer Galicia como destino turístico. Hubo desde sesiones fotográficas para los principales medios de comunicación del país hasta comidas de armonías de tapas y vinos para importadores, catas privadas y talleres de cocina para clientes VIP del Four Seasons.

«Les gustaron los vinos no demasiado ácidos, por eso los de Monterrei encajaron perfectamente, en especial los tintos con taninos más pulidos», explica Alejandro Paadín, encargado de guiar maridajes en un país que comienza a tener plantaciones de vinos, algunas de casas tan conocidas como Moet Chandon y donde no gustan los vinos muy alcohólicos. «Están acostumbrados a un vino de arroz y por eso los gallegos, por su acidez y aroma, encajan muy bien en unas comidas en las que se mezclan sabores muy diferentes a la vez», cuentan estos embajadores gastronómicos.