
Discarlux distribuirá ocho bueyes de raza rubia adquiridos en el matadero silledense
25 nov 2015 . Actualizado a las 10:04 h.Desde Abegondo a A Bandeira con destino a Madrid. Y de ahí a capitales europeas como París y Londres, además de ciudades españolas. No hablamos de unas atractivas vacaciones con distintas escalas. En este caso el placer llega principalmente por la boca, aderezado con buena parte del resto. Una firma madrileña, Discarlux, adquiría ocho de los diez bueyes de raza rubia propiedad de Frigoríficos Bandeira y que a su vez compró a un ganadero particular de A Terroeira, en Abegondo.
Las reses ya están en Madrid y causan sensación, por las dimensiones y calidad de su carne. Como aseguraba ayer el gallego José Portas, director gerente junto Carlos Ronda de Discarlux, «son unos ejemplares impresionantes, espectaculares y que no se suelen ver en un lote tan grande; uno o dos sí, pero diez iguales -su empresa compró ocho porque dos ya tenían destino en asadores de Vilatuxe y Padrón- resulta casi imposible encontrarlos de ese nivel». Ahora toca afrontar el proceso de curación antes de comenzar la distribución, con destino a restaurantes europeos de primer nivel.
Explicaba José Portas que ya tienen apalabrados para su venta varios de esos lomos de buey. Entre los destinos ya seguros para esta carne adquirida por Frigoríficos Bandeira se encuentran dos restaurantes tanto en Londres como en París. En la capital británica podrán degustarlos los clientes del Chiltern Firehouse, regentado por el portugués Nuno Mendes, así como en el Lurra. Dos templos de la gastronomía cárnica a orillas del Támesis.
En el caso de la ciudad de la luz, en el primer plano informativo estos días por el atentado terrorista, cuya cocina también se sitúa entre las mejores del mundo, hay dos restaurantes donde se deleitarán con esta carne gallega de primera calidad. Contrapunto perfecto por su excelencia a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El restaurante Le Severo, con una clientela principalmente de orientales y japoneses de visita en París, así como el de Kei Kobayashi, que atesora dos estrellas Michelín.
El asador Bidea2 de Pamplona, entre los mejores de nuestro país, también será punto de destino para alguna parte de estos bueyes con un peso medio de ochocientos kilos en canal y que darán chuleteros de entre 160 y 170 kilos. Sin dejar España, carne de estos bueyes también será ingrediente en platos de El Triciclo, en la capital madrileña.
El Tatel, con Rafael Nadal o Pau Gasol detrás del proyecto, destinatario de la carne
José Portas apuntaba ayer a la visita matinal realizada a las naves de su empresa, dedicada desde hace más de diez años al servicio de la restauración de alta calidad, por el chef Patxi Zumarraga. «Quedó asustado e impresionado con estos bueyes y ya me pidió alguna pieza para su restaurante», afirmó el emprendedor gallego. ¿Y de qué local hablamos? Lo hacemos del Tatel, que arrancó hace pocos meses en Madrid con Nino Redruello al frente de los fogones junto a Zumarraga, en un proyecto de los empresarios Abel Matutes Júnior y Manuel Campos apoyado por personajes también muy populares. Detrás están desde el tenista Rafael Nadal al jugador de la NBA Pau Gasol, así como el cantante Enrique Iglesias.
160 euros el plato
Resulta difícil calcular el precio de esta exquisitez gastronómica, pero José Portas se atreve con algunas cifras. Calcula que cada kilo en bruto de estos bueyes de raza rubia rondará los 47 o 48 euros. ¿Y en plato, antes de hincarle cuchillo y tenedor? En este caso la media podría estar en el entorno de los 160 euros. Vamos una capricho de sibaritas con dinero en el bolsillo. Bocatto de cardinale para pudientes o apasionados de esta carne roja de máxima calidad. Por cierto, que si hay alguno interesado en probarla hay que recordar que un buey se quedó en el restaurante O Cruce de Vilatuxe.