Los tres gallegos que escriben sobre la pizarra en blanco del fútbol de Taiwán

DEPORTISTAS

Abel Lorenzo, Pacho Oliveira y Mario Peso impulsan una revolución en el AC Taipei
15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Aquí o fútbol é practicamente unha pizarra en branco, e ía poder facer o que quixera». Este fue el argumento con el que Andy Chen, fundador, presidente y entrenador del AC Taipei y leyenda del balompié de Taiwán, convenció hace tres años al vigués Abel Lorenzo (23 de marzo de 1991) para que se enrolase en el proyecto con el que pretendía transformar su club. Recién ascendido su primer equipo a la Premier League del país asiático, Chen quería elevarlo por encima del modesto nivel de un deporte minoritario entre los 24 millones de habitantes de la isla a la que navegantes portugueses del Siglo XVI dieron el nombre de Formosa (Hermosa). Y si bien el plan en marcha prevé ir mucho más allá de lo ya alcanzado, el trabajo desarrollado por Abel Lorenzo y un equipo al que ha ido sumando a Mario Peso (Pontecaldelas, 12 de julio de 1993) y José Ángel Pacho Oliveira (Cambados, 23 de diciembre de 1968) ya ha dado sus primeros frutos en todos los frentes en los que la directiva del AC Taipei aspiraba a crecer, de la mano de un tridente de técnicos gallegos con una extensa trayectoria formativa y profesional por medio mundo.
Con una breve experiencia como segundo entrenador en el Rápido de Bouzas en Tercera, Abel Lorenzo nunca tuvo reparo en coger las maletas desde su etapa de alumno de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidade Vigo, con prácticas en los Estados Unidos. Formador en academias y proyectos federativos en China, Emiratos Árabes Unidos, Kenia y Maldivas, el fichaje por el AC Taipei de un futbolista andaluz procedente de Maldivas le abrió la oportunidad que hoy está exprimiendo al máximo. «Comentáronlle no club que estaban pensando en ampliar o corpo de adestradores e se coñecía a algún adestrador español que puidera estar interesado». Y Lorenzo, que entonces barajaba varias opciones, entre ellas la de volver a Kenia, cogió un vuelo a la otra punta del planeta.
«Firmei como adestrador do equipo sub-18 e para axudar con temas de dirección xeral. O club quería potenciar o fútbol base e que chegaran o máximo número de xogadores da canteira ao primeiro equipo», cuenta. Pero lo que en España, con las ideas claras y la determinación acorde, parecería algo razonablemente factible, en Taiwán alcanza niveles de ascensión a un ochomil.

«O club que me atopei era demasiado familiar e pequeno en recursos humanos, con 8-10 persoas para todo. Tiñan moitas ideas, pero custáballes ordenalas e por iso buscaban alguén de fóra para dicirlles como», recuerda Abel. Claro que ese resultó el menor de los obstáculos para catapultar al AC Taipei. «En Taiwán o fútbol é o cuarto ou o quinto deporte entre a xente e, ademais, a maioría dos mellores xogadores compiten por institutos, porque están becados e normalmente os peores van aos clubs, aos lles teñen que pagar; era complicado atraer talento», cuenta el entrenador vigués. Un modelo que está logrando revertir con ayuda de Peso y Oliveira «mudando cousas que non tiñan moito sentido».
Europeizar el trabajo
En primer lugar, Abel Lorenzo atajó las constantes ausencias de futbolistas. «Como pagaban, viñan cando querían. Agora non pasa. Asinamos un acordo con cada xogador polo que non pagan nada, a cambio de cumprir uns horarios e normas», cuenta. Una medida que acompañó con un cambio radical en la metodología de trabajo para «adestrar coma calquera equipo europeo». «Ao chegar, os tres equipos da base, o sub-13, sub-15 e sub-18, traballaban á vez no mesmo campo e sen relacionarse entre eles. Agora todos os 150 xogadores do club se coñecen entre si, e se un rapaz de 15 anos é moi bo, adestra e xoga cos sub-18, e se é un sub-18, cos maiores».
Con el sistema europeo, el AC Taipei logró la temporada pasada que sus equipos sub-15 y sub-18 alzasen por primera vez los títulos de campeón de Taiwán, cuando en esta última categoría «todos os agás o noso son de high school —institutos—. E o ano pasado —bajo su dirección—, ascendemos o filial á Segunda División coa maioría de xogadores entre os 15 e os 20 anos», apunta Lorenzo. Con Mario Peso al frente, el sub-18 revalidó el título de liga, un día antes de que el conjunto femenino lograra el ascenso a su Premier League.
Tras tenerlo como segundo la anterior temporada, Andy Chen nombró a Abel Lorenzo su sucesor al frente del AC Taipei en la Premier League, pasando Chen a ocupar el puesto mánager general del club. El vigués será así el máximo responsable de dirigir al último cuarto clasificado de una competición cuyos equipos sitúa «entre un bo Segunda RFEF e un da metade da Tercera». Un ascenso que redondeó con la firma de su contrato como segundo entrenador de la selección absoluta de Taiwán, con la que se encuentra en Sri Lanka para afrontar la clasificación para la Copa Asia. «Este é un país con moita marxe de mellora, no que se poden facer moitas cousas», señala Abel. Un mundo de posibilidades para tres gallegos con sus respectivas tizas.
«Hay jugadores con talento, pero poco ayudados por ciertos factores»
Lorenzo ocupa la cúspide de una pirámide con cinco entrenadores españoles. Suya es la responsabilidad de dirigir al primer equipo, que la temporada pasada acabó cuarto en la Premier League de Taiwán. Mario Peso se ocupa del primer equipo femenino y del sub-18, y Pacho Oliveira del segundo sénior masculino, que compite en la Segunda División nacional.
«Vemos jugadores con talento, con ambición, con ganas; pero poco ayudados por ciertos factores», cuenta Peso. «La educación es muy estricta aquí. Los chavales entran en la escuela a las ocho de la mañana y terminan a las cinco de la tarde, algunos a las ocho con las actividades complementarias, y eso deja poco tiempo para entrenar y jugar al fútbol», explica el técnico de Pontecaldelas.
«Traballamos nun club que aposta pola base», señala Pacho Oliveira, y en el contexto apuntado por Peso, el cambadés destaca la transformación que el AC Taipei está experimentando en estos tres últimos años: «A chegada de Abel Lorenzo e dos adestradores españois inxectoulle dinamismo ao club, máis presenza de público e en redes sociais».