Mauro Domínguez: de un curso de verano a ser campeón de Europa júnior de piragüismo en cuatro años

DEPORTISTAS

MARCOS CREO

El rianxeiro buscará clasificarse para los torneos internacionales sub-23

18 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se plantean hacer deporte en las vacaciones de verano, no lo duden. Es una opción idónea para pasarlo en grande y hacer amistades. En algunos casos, como el de Mauro Domínguez (Rianxo, 2004), pueden incluso llegar a ser campeones de Europa júnior de piragüismo.

En poco más de cuatro años, el rianxeiro pasó de probar esta disciplina en el Club de Piragüismo de Rianxo a la concentración permanente Sub-23 que la Federación Española estableció en las proximidades a la Cartuja de Sevilla. Eso sí, el deporte no era una novedad para él. Antes había militado en el Unión de Asados y en las escuelas de fútbol de Boiro. Y, mucho antes de conocer las regatas, vivió la adrenalina de la competición con el motociclismo. Tenía entonces 7 años. «Corría con una moto adaptada a mi tamaño», recuerda el palista.

En la capital hispalense entrena dos veces al día, desde bien temprano, en el Guadalquivir. También tiene tiempo para pasar por el gimnasio y, después de todo ese esfuerzo físico, hincar los codos. Domínguez estudia Educación Infantil y, naturalmente, quiere ser profesor de Educación Física. «A veces no apetece estudiar, pero es lo que toca. Mi familia me ha inculcado tener disciplina desde pequeñito», apunta el piragüista barbanzano.

Domínguez cerró un año inolvidable. El rianxeiro logró, en su estreno en esta competición, proclamarse campeón de Europa júnior el pasado mes de junio. Junto a él compitió el focense Iago García, que este 2023 cumple su segundo año de júnior. «Era la primera regata para casi todos, por lo que íbamos sin objetivos. A por lo que saliese. Nos sorprendimos muchísimo de ganar», apuntó el palista de Rianxo, que es breve y conciso para explicar la clave de su éxito: «Mucho trabajo».

Arévalo y Craviotto

Domínguez admira a varios iconos del piragüismo, como Saúl Craviotto o el betanceiro Carlos Arévalo, al que precisamente tiene como ejemplo por «su constancia y esfuerzo».

Domínguez triunfó en el K4 europeo y se quedó a las puertas de tocar metal en el Mundial júnior. Logró un cuarto puesto que, visto sus logros previos, le dejó un sabor agridulce: «Fue un poco duro, la verdad. Podríamos haberlo hecho mejor. Tuvimos una mala salida e intentamos remontar, pero en 500 metros no da tiempo. En el momento no lo piensas, pero luego te das cuenta de que no eres cuarto del mundo todos los días».

Mauro Domínguez, que también fue sexto en el K2 en la cita mundialista, tiene como objetivo clasificarse a una prueba internacional. Todo un reto, ya que debuta en la categoría Sub-23 por lo que se las verá contra palistas mucho más experimentados. El deportista barbanzano competirá esta temporada en tres modalidades, K1, K2 y K4, todas ellas en la distancia de los 500 metros.

Por el momento, se desconocen las aguas en las que se disputarán los campeonato selectivos de esprint olímpico. Domínguez espera que sean de nuevo en el embalse de Verducido. «Es la pista de casa», remarca con orgullo el piragüista perteneciente equipo pontevedrés del Verducido-Pontillón.

El rianxeiro volvió en las fechas navideñas a las aguas que le vieron crecer como deportista. Allí acudió por las mañanas, mientras que por las tardes pasó tiempo con su familia y sus amigos, sin dejar demasiado de lado los estudios. Tocaba repasar para unos exámenes que tienen lugar estos días. Y así, entre los estudios y su nueva vida en el Guadalquivir, espera volver a superarse a sí mismo en una nueva categoría.