La mutación de un campeón

LA VOZ VIGO

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Pola lo ganó todo con el Inter y, tras una década en Madrid, disfruta en Italia de la calidad de vida jugando en un club de una localidad de 50.000 habitantes

06 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Adrián Alonso Pereira, Pola (Vigo, 1988), se pasó una década coleccionando títulos en el Inter Movistar. Con el conjunto madrileño, del que llegó a ser capitán, lo fue todo y nada anunciaba que terminaría su carrera en otras latitudes. Pero en el verano del 2021 llegó ese momento: primero se mudó a Braga y, desde agosto pasado, juega en Italia, en el emergente Sandro Avate, un equipo de la localidad de Mercogliano, en la provincia de Avellino, en la región de Campani, de menos 50.000 habitantes.

Contra lo que pudiera esperarse, el vigués ha hecho un ejercicio de adaptación al alcance de pocos. «Tengo 34 años y no es como si fuera más joven, que sería más difícil, pero la experiencia te da ese punto para poder adaptarse más rápido», comenta de su nueva vida, sin mirar atrás y disfrutando del momento. «Me acostumbré a estar en un sitio muchos años, pero al final, soy una persona a la que la monotonía la aburre. Aunque eso no quiere decir que me quisiese ir de Inter. Me gusta viajar y me he tomado esta etapa de mi vida para disfrutar del fútbol sala y conocer un nuevo país y gente nueva», dice.

Por encima de todo, ha ganado en calidad de vida. Dejó una cuidad de 3,2 millones de habitantes y pasó a vivir en una localidad algo más grande que Redondela. «La vida en Madrid fue muy bonita, estuvo muy bien y cuando estás ahí no te das cuenta, pero cuando vives en una ciudad más pequeña, aumenta mucho la calidad de vida», precisa. Una sensación que comenzó a vivir en Braga y que repite ahora en el sur de Italia.

Como ejemplo, en diez minutos está en el entrenamiento, algo que en Madrid era impensable para hacer cualquier gestión. Además, el clima es como el de Galicia, aunque con un poco más de frío.

Desde agosto en Mercogliano

Adrián llegó a Italia en el mes de agosto, con un contrato de un año y a un equipo creado en el 2015 que quiere crecer. De entrada, ya es quinto en la tabla en la Serie A empatado con el tercero, y Pola se ha convertido en uno de los referentes.

«Estoy contento. Es diferente a lo que había vivido en Portugal y en España, tanto con el Inter Movistar como antes, en Santiago. Estoy conociendo una nueva cultura y un nuevo país, aunque la verdad son bastante similares a nosotros», dice el ala cierre, que está marcando y jugando más minutos que nunca. «Aquí juego mucho más, porque cada equipo tiene un máximo de cinco extranjeros y al final, la gran mayoría de los de fuera son los que más juegan. El otro día teníamos bajas y tuve que jugar 38 minutos», dice ante de describir cómo es el fútbol sala transalpino: «En el juego son más duros, hay mucho contacto, los árbitros permiten mucho. Es muy diferente a lo de España, que es un poco más táctico, y la liga portuguesa es más rápida y más técnica. Cada liga es diferente en ese sentido». A nivel organizativo, está bien estructurada, con una importante difusión y con el hándicap de los pabellones. No hace mucho tuvo que jugar un partido sobre una superficie de goma.

El que fue internacional español —campeón de Europa en el 2016— está ahora en un proyecto que parece la ONU. Con dos brasileños, un argentino y dos españoles. En su análisis, piensa que al equipo le falta un peldaño para poder aspirar a todo, pero le ve potencial para no renunciar a nada: «Para ser un equipo campeón, creo que nos haría falta un poco más, pero tenemos un plantel que puede luchar por cosas si llegamos en buenas condiciones a los momentos importantes».

Volver y acabar la carrera

Pola firmó por una temporada y no se plantea nada más allá, aunque reconoce que ve difícil volver al fútbol sala español, porque de hacerlo, le gustaría que fuera al Inter Movistar de su corazón, algo que no ve muy posible: «Es difícil que pueda volver. Me haría ilusión jugar en el Inter, pero salí de allí, acabé una etapa y aunque sería feliz volviendo, está difícil que pueda volver al fútbol sala español».

Lo que tiene claro es que cuando se retire, finalizará su carrera de fisioterapia y volverá a Galicia para vivir. «Cuando me retire, quiero dedicarme un año a terminar la carrera y luego enfocar mi futuro laboral encaminado a la fisioterapia», comentó sobre su vida más allá del fútbol sala, que será en Galicia.