De las verbenas de Fisterra al Real Madrid del fútbol americano alemán
DEPORTISTAS
Cristian Santos, hijo de emigrantes, debutó hace cuatro años y acaba de fichar por uno de los mejores equipos del país, el Schwäbisch Hall Unicorns
12 abr 2022 . Actualizado a las 00:17 h.Incomparable en muchos sentidos, Fisterra no tiene tampoco muchos rivales en lo que a talento futbolístico se refiere. Con menos de 5.000 habitantes, el fin del mundo imita a las favelas brasileñas en cuanto a producción de jóvenes promesas que, por un motivo u otro, no acaban de triunfar en el fútbol profesional salvo casos muy extraordinarios. Uno de ellos es el de Cristian Santos Insua (Mannheim, 1999), que prefirió el fútbol con el apellido de americano y cambió la pelota redonda por la ovalada.
De abuelos y padres fisterráns, Cristian fue siempre un fanático del deporte. Empezó con natación y pasó por salto acuático, o tenis de mesa hasta su adolescencia, cuando optó por el breakdance. Durante un par de años incluso exhibía sus habilidades en los palcos de las orquestas de las verbenas, durante las semanas de verano que pasa en la Costa da Morte. Pero, de repente, en el 2018 encontró su pasión. «Estaba buscando algo nuevo, probé el fútbol americano y desde el principio supe que era lo mío», dice.
Puede extrañar, pero este deporte es cada vez más común en Europa e incluso España tiene su propia liga y un equipo en la élite europea. Aunque la gran potencia es Alemania, que concentra a las mayores promesas, que esperan a los summer camps de franquicias canadienses para cruzar el Atlántico en busca del profesionalismo. De hecho, él ahora comparte vestuario con uno de los pocos europeos que han vivido la experiencia americana, aunque la situación es similar a la de los años 80 en la NBA, cuando el nivel todavía estaba en otra dimensión. No obstante, Cristian ha dado un paso muy grande en su incipiente carrera y, luego de pasarse varios meses lesionado, con rehabilitación veraniega en el centro Dafit de entrenamiento, ha fichado por los Unicorns de Schwäbisch Hall, uno de los clubs más grandes del país germano, que el año pasado ganó el CEFL, el campeonato europeo, que reúne a los mejores equipos fuera de la superliga continental.
Él juega de running back o corredor, el encargado de atrapar los pases del quarterback, o de traspasar los muros rivales gracias a su velocidad y agilidad. «Mi familia al principio no entendía nada, pero los comentaristas sirven de profesores porque comprenden que hay mucha gente viéndolo por primera vez, y cada vez ya hay más aficionados», comenta Santos.
Lo apodan El Toro y admite fijarse en Christian McCaffrey, que juega en su misma posición en los Carolina Panthers y que le inspira por ser uno de los pocos blancos que se abren camino en su puesto.
Lo de hacer las américas es un sueño que, obviamente, todavía le queda muy lejos, pero su potencial y crecimiento no ha pasado desapercibido. «Ya hay varios ojeadores siguiendo a jugadores de mi equipo, sobre todo de Canadá», cuenta deseoso de poder destacar con el sobrenombre de El Toro, por su fortaleza física curtida a base de muchos años de gimnasio.
Esfuerzo
«Esto no es como el fútbol, aquí hay dos o tres entrenamientos en equipo y el resto lo tienes que trabajar tú para estar preparado», señala. Se trata de una parte más de la disciplina a la que se somete para practicar este deporte al máximo nivel nacional, pues conduce más de dos horas, tres o cuatro veces por semana para llegar a la sede del club.
En las próximas semanas comenzará la temporada 2022-23, que se desarrollará también durante el verano en estadios de fútbol, llegando a jugar la final el del Eintracht Frankfurt, donde el pasado jueves empató el Barcelona de Xavi. Eso sí, ya ha pactado con el míster dos semanas de agosto para poder visitar Fisterra, en donde, quién sabe, igual se vuelve a subir a los escenarios de cualquier orquesta.
Familia puramente fisterrá
Fueron sus abuelos maternos los que emigraron a Mannheim, donde nació su madre que, sin embargo, volvió a encontrar el amor en uno de sus regresos anuales al fin del mundo. Ahora, a más de 2.000 kilómetros de distancia, confiesa que siguen muy ligados al municipio.
EN DETALLE
Schwäbisch Hall Unicorns. Llevan siete años seguidos alcanzando la final por el título semiprofesional alemán.
Running Back. Jugador encargado de atrapar los pases del quarterback o de traspasar los muros rivales.