Emigrar para triunfar

DEPORTISTAS

ENRIC FONTCUBERTA | EFE

13 mar 2022 . Actualizado a las 20:20 h.

Jonatan Giráldez Costas (Vigo, 1991), cogió la mochila con 20 años y abandonó su casa con el único objetivo de formarse como entrenador de fútbol en Barcelona. Lo hizo cambiando su zona de confort por los más variados trabajos en la capital catalana. Fue reponedor, camarero, comercial, dependiente, monitor.... Todo para llegar a final de mes.

Pero Jonatan no renunció a su sueño. Quería ser entrenador y, mientras trabajaba para sobrevivir y pagar el alquiler, terminó de formarse. Puso tanto empeño en el intento, que la vida (a veces esquiva pese a acumular méritos) le sonrió y tras comenzar en la Federación Catalana de Fútbol, aprovechó una rendija para meterse en el Barça. Allí demostró su nivel desde el primer momento y fue subiendo peldaños hasta ganar su primer título de liga como primer entrenador al frente del Barcelona femenino.

El suyo es el premio a la constancia. Para cualquier chico de su edad sería más fácil volver a casa, olvidarse del fútbol y buscar una salida laboral, pero haciéndole caso a Berizzo, golpeó tanto la puerta que terminó por derribarla. Y no lo hizo pisando una alfombra y a la sombra de un palio. Es cierto que cuenta con un elenco de ensueño, pero cuando Laporta le nombró primer entrenador fue para apagar un fuego después de la salida de Lluís Cortés el pasado verano.

Al vigués no le tembló el pulso. Dejó el rol de segundo técnico y se vistió el traje de primero para asumir el reto de ganarlo todo. De momento ya se ha embolsado los dos títulos disputados: Copa y Liga, goleando al Real Madrid en el partido decisivo, y ahora va a por la Champions. Sin pestañear y sin perder nunca de vista el fútbol gallego, especialmente el femenino. Porque si algún día vuelve a casa no será para instalarse en la zona de confort, sino para seguir cumpliendo sueños pizarra en mano.