El jugador vigués del Braga se muestra feliz, adaptado y ambicioso en su nueva etapa en Portugal
27 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Adrián Alonso, Pola (Vigo, 1988), vive un momento dulce. El pasado verano, tras no renovar con el Inter Movistar, tocó cambiar de aires y su destino fue un Braga donde siente haber recuperado su mejor versión. Encontró un proyecto que le motiva y que, transcurridos sus primeros meses allí, asegura que ha superado las altas expectativas con las que aceptó la propuesta. En lo colectivo, el inicio de temporada no fue el deseado, pero no han dejado de ir a más.
—¿Cómo han sido estos primeros meses en el Braga?
—El balance es muy positivo, tanto a nivel personal como deportivo. Es verdad que no empezamos bien la temporada, pero conseguimos nuestro primer objetivo, que era la clasificación para la Copa de Portugal. Estamos en una dinámica muy buena, jugando mucho mejor y a partir de ahora creo que comenzaremos a subir en la clasificación. Eso espero. Hemos ido de menos a más y, a nivel individual, estoy contento y feliz de estar aquí.
—¿Se siente ya completamente adaptado?
—Totalmente. Sí que me costó a nivel de juego, porque era diferente. Luego, cambiamos de entrenador y con el nuevo, las ideas son más parecidas a lo que estaba acostumbrado. Pide mucha intensidad, que me viene bien y me favorece.
—¿Qué ha sido lo que más le ha costado del cambio después de vivir una etapa tan larga en un mismo club?
—No fue complicado aunque empezara en un sitio nuevo. Sorprendentemente, desde los primeros días me sentía adaptado y a gusto. Al principio, me costó a nivel físico, porque venía de un verano de dos meses y aquí se empezó bastante intensamente. No estaba preparado, pero por el resto no me costó adaptarme al club, a la ciudad ni a nada.
—¿Qué tal con el idioma?
—Tampoco es problema. Aparte de ser gallego, llevo años compartiendo vestuario con brasileños y me defiendo bastante bien. Siempre hablo portugués con los compañero de equipo. Es verdad que tengo que perfeccionarlo, pero no es ninguna dificultad.
—¿Ha sentido una responsabilidad especial por la trayectoria que tiene detrás y por estar llamado a ser importante?
—En alguna derrota me he sentido mal por el hecho de no haber podido hacer más. Vengo aquí como otros compañeros a los que nos han fichado para que el club crezca y gane. No es solo un trabajo nuestro, de esos jugadores, sino de todos los compañeros. Es verdad que nosotros tenemos que dar un alto rendimiento y al principio igual hubo partidos en los que no estuve a mi nivel, no físico... No sé por qué, pero no lo conseguía. Ahora sí.
—¿Cómo se ha sentido físicamente después de tantas lesiones la temporada pasada?
—Ahora, perfecto. Me encuentro muy bien físicamente. Llevo aquí desde el 18 de agosto y no me he perdido un solo entrenamiento por nada. Me siento muy bien anímicamente, no he tenido lesiones y las de antes están olvidadas. Estoy a un buen nivel y considero que se está viendo en los partidos. Estoy jugando bastantes minutos y todo eso quedó atrás.
—Además, había afrontado este nuevo reto con una gran motivación.
—Muchísima. No vine aquí a pasear ni a retirarme como alguno puede decir. Vine a competir. La liga portuguesa es de altísimo nivel y vine a intentar conseguir objetivos importantes y ambiciosos que creo que pueden cumplirse, que son conseguir algún título esta temporada y ayudar al club a crecer.
—¿Diría que se han cumplido por ahora las altas expectativas que tenía en el sentido de encontrar lo que buscaba, más allá de los resultados?
—Se han superado. Braga es un club con muchas modalidades, entre ellas, el fútbol, que tiene un gran potencial. En los clubes de fútbol sala ligados a equipos de fútbol, todo es mejor, existen muchas más facilidades. Aquí me encontré eso, es una gran entidad donde el fútbol sala está metido y todo es mucho más fácil.