Confirmó su plaza para la prueba que comienza el próximo jueves, tras haberse quedado en reserva por tan solo un golpe
23 may 2019 . Actualizado a las 21:04 h.Fátima Fernández (Santiago, 1995) embocó la última desde su casa. Literalmente. Y le valió una plaza en el US Open, engrosando la historia del golf gallego. Estaba en la reserva la santiaguesa para el abierto estadounidense, uno de los cinco grand slams del calendario de la LPGA, tras quedarse a un solo impacto de la clasificación directa después de una excelente actuación en el clasificatorio disputado en el Druid Hills Golf Club. Y ayer se confirmó. Fátima jugará el US Open y se convertirá en la segunda golfista gallega en jugar un grand slam, después de Marta Silva (que también fue la primera profesional de Galicia y participó en un Abierto Británico).
Solo unos minutos después de conocer que estaría en el elenco de salida del grande que comenzará el próximo jueves en el Country Club de Charleston, compartía su felicidad con La Voz de Galicia, aunque prefería mostrarse ciertamente moderada en su euforia. «Me lo voy a tomar como un torneo más. Por supuesto, con la ilusión de jugar un open. Es un pequeño sueño o, mejor dicho, un paso hacia un sueño hecho realidad», afirmaba.
A pesar de ello, confesaba: «Los nervios estarán ahí, es un grande, mi primer grande, pero al fin y al cabo será hacer lo mismo que hago todas las semanas, e intentaré convertir los nervios y la presión en algo positivo».
«Ahora mismo no tengo expectativas. Hace unos instantes hablaba con mi entrenador, Patxi Amatriain, y hablábamos que es un torneo más, que las jugadoras que van son muy buenas, no cabe duda, pero que se les puede ganar. Parte de la diferencia entre ellas y yo es la experiencia que tienen, por haber jugado más veces a ese nivel y por el hecho de que se lo crean más, en el buen sentido del término», analizaba.
La golfista gallega, que estudió Global Business con Márketing en Estados Unidos, debutó como profesional con solo veintiún años de edad en el verano del 2017. Respecto al US Open, asegura: «Mis objetivos no cambian: Ganar. Lograr un registro por debajo del par del abajo del campo cada día que salgo».
«En cierto modo, siento que hago historia en el golf gallego. Y aun no siendo la primera gallega en disputar un US Open, espero dejar a Galicia en lo más alto de la tabla», se proponía poco después de confirmar este hito en su carrera.