Un ferrolano hace volar al Cartagena

JOSE VALENCIA FERROL / LA VOZ

DEPORTISTAS

Félix Martínez, que en la pasada temporada trabajó en el equipo de Clarence Seedorf, es el preparador físico del histórico club de fútbol murciano

15 nov 2018 . Actualizado a las 08:34 h.

Félix Martínez Varela (Ferrol, 30 años) es el preparador físico del Cartagena, histórico club de fútbol pimentonero que ahora compite en el grupo cuarto de la Segunda B. Llegó al club murciano de la mano de Gustavo Munúa, exjugador del Deportivo y exentrenador del Fabril. El charrúa es quien se encarga esta temporada de entrenar al equipo blanquinegro, que esta campaña busca retornar a la categoría de plata del fútbol español. Munúa conocía al ferrolano de su etapa en el Deportivo, le ofreció formar parte de su equipo y Martínez no se lo pensó.

Félix Martínez está satisfecho de este salto en su carrera. «El Cartagena es un gran club, está en la Segunda B, aunque tiene la estructura de un club profesional. La afluencia media al estadio es de entre 8.000 y 10.000 personas. A nivel deportivo iniciamos la liga con algunas dudas, aunque el equipo ya está en marcha. En los ocho últimos encuentros ganamos seis y empatamos otro. Desde el pasado domingo ocupamos uno de los puestos de play off de ascenso en la clasificación».

A nivel personal también ha sido un reto para él. «Ya llevo tres años viviendo de este trabajo, aunque a nivel profesional y fuera de casa, es mi primera experiencia. Estoy muy contento».

Tras jugar al fútbol en el Galicia de Caranza, lo dejó pronto e inició sus estudios de INEF en A Coruña. «A raíz de unas practicas de la carrera entré en la cantera del Deportivo, me conocieron y quisieron que me quedara con ellos. Mi primer equipo fue un alevín A, en la liga de Promises, junto a Jorge Castro. Posteriormente estuve con los cadetes y conseguimos el campeonato de España. En esta etapa hacía de técnico y de preparador físico. En la temporada siguiente ya trabajé únicamente como preparador físico con José Ramón en el equipo de la División de Honor de juveniles».

A partir de esta etapa, su carrera dio un salto hacia delante. «El Laracha se hizo filial del Dépor y allí me fui con Pablo López (ahora está con Seedorf en Camerún), aunque lo compaginaba con el juvenil B del Dépor. Posteriormente pasé al Fabril con Gustavo Munúa, aunque solo fueron unos meses, ya que Seedorf me reclamó para el primer equipo».

Relata que con el preparador holandés su trabajo consistía en gestionar la carga de trabajo y monitorización de los entrenamientos con el sistema de GPS. «La experiencia con el equipo de Seedorf fue muy buena. Más allá de los resultados a nivel deportivo, las cosas se hicieron muy bien, a la altura de cualquier club de élite de las ligas europeas. Utilizamos la tecnología más moderna en este sector. La preparación física de los equipos ha cambiado mucho con la llegada de la tecnología. Lo de ir a correr al monte o a la playa es para el ejército, no para un club de fútbol. Todo se hace ya de una manera más individual, jugador por jugador. Además, se prepara de una forma especial cada partido, se integra el trabajo condicional como el contenido técnico táctico que se estime oportuno para cada partido de liga o Copa».

Aunque ya hace doce años que salió de Ferrol, destaca que mantiene contacto con mucha gente de la ciudad. «Hablo, de vez en cuando, con Manolo Pardo, también con Manel Fernández Anido, el entrenador de los juveniles del Racing, o con Iván, que prepara a los cadetes de la División de Honor, también del Racing de Ferrol», señala el ahora preparador cartagenero.