La valiente escalada de Bruno García

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Bruno García lleva dos años al frente del combinado asiático
Bruno García lleva dos años al frente del combinado asiático

El cuarto puesto en el Campeonato de Asia y la clasificación para el Mundial, hitos de un técnico vocacional

23 feb 2016 . Actualizado a las 08:48 h.

En la historia del deporte de Vietnam, Bruno García (Ferrol, 1974) ya tiene un lugar de honor. El entrenador ferrolano de fútbol sala lideró la transformación de su selección hasta clasificarla la pasada semana para el Mundial FIFA de Colombia. «Es la primera vez que una selección de Vietnam se clasifica para un Mundial de un deporte colectivo», celebra el técnico, al frente del combinado de un país de 91 millones de habitantes.

Bruno García, con el chantadino Héctor Souto como ayudante y preparador físico, logró tres hitos en el reciente Campeoanto de Asia, celebrado en Uzbekistán. Primero aseguró la presencia de su selección en los cuartos de final, primer objetivo. Luego la clasificó para el Mundial, el premio de la hazaña de eliminar a la selección de Japón, el poderoso combinado que había conseguido los dos títulos continentales anteriores. Al final, su equipo pagó el esfuerzo y finalizó cuarto tras caer en la penúltima ronda ante Irán y en el partido por el bronce ante Tailandia. «Después de la alta exigencia que nos demandaron tanto los partidos de grupo como los cuartos de final contra Japón y, una vez conseguida la clasificación para el Mundial de Colombia, no hemos sido capaces de recuperar nuestras señas de identidad y volver a ser competitivos», considera el técnico, ahora con meses por delante para preparar el Mundial de septiembre en Colombia.

Joven en un banquillo

Bruno García comenzó a entrenar muy joven y con 27 años asumió la dirección de su primer equipo sénior, el Boandanza. De Fene pasó al gran referente de la comarca, O Parrulo. En una etapa en la que el fútbol sala retrocedió en Ferrolterra, y después de haber pedido una excedencia en su trabajo en el Colegio La Salle para cumplir sus sueños, dejó Galicia de forma intermitente.

Entrenó entonces Bruno García en el Córdoba, el Leis de Pontevedra, el Azkar Lugo y el Granada. La crisis económica golpeaba ya con fuerza el fútbol sala español. Y su deseo de entrenar de forma profesional le llevó fuera de España en el 2010. Recaló en el Changchun Fengyun chino, desde el que saltó a un equipo más potente del gigante asiático, el Hangzhou Zhejiang Dragons.

Su siguiente escala, pese al sacrificio personal que suponía encadenar diferentes países y culturas, le llevó a Perú. Se convertía en el primer entrenador europeo que dirigía en el fútbol sala sudamericano. Y elevó al combinado andino al bronce en los Juegos Bolivarianos, «la primera medalla del país en un deporte de equipo».

Concentración en Narón

De Perú saltó a Vietnam en enero del 2014. Y en el equipo asiático hace ahora historia. Con un pie en su tierra y otro donde los retos le lleven. El pasado septiembre, como siempre que puede, montó una concentración de su selección en Narón para disputar varios amistosos en Galicia. La preparación funcionó y ahora saborea nuevos éxitos. En la antigua Conchinchina, donde también logró los bronces del campeonato de la región de Asia Pacífico y la Champions por equipos, esta con el Thai Son Nam, tiene contrato hasta el 2017.