La Federación Española de Natación acaba de ratificar la beca de Bea Gómez para permanecer como interna durante el próximo año en la residencia Joaquín Blume, integrada en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. De este modo, se certifica la marcha de la mejor nadadora gallega de todos los tiempos del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD), donde se entrenaba bajo las órdenes de Luisa Domínguez y de Fernando Zarzosa. Este cambio se produce en un año crucial para quien fue olímpica en Londres 2012, puesto que será en el que se determine si podrá repetir experiencia en Río de Janeiro dentro de dos veranos.
Fuentes cercanas a Bea Gómez enmarcan esta salida de Galicia en motivos personales. La rutina había mermado su motivación y necesitaba otro entorno, otro modo de vida, para recuperar las ganas de seguir luchando en la piscina. Madrid fue el lugar que escogió para mudarse de casa. Allí están nadadoras como la catalana Judit Ignacio, con la que ha entablado una buena amistad durante las concentraciones con el equipo nacional y que piensa que le servirá de apoyo para volver a rendir al máximo de sus posibilidades. De lo que nadie duda es del potencial de la pontevedresa.
El grupo de élite gallego
Mientras Bea Gómez comenzó la temporada en Madrid, en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra también arrancó un nuevo curso.
Con su ausencia, la figura de María Vilas, que el año pasado ya deslumbró con algunos registros excepcionales en el 1.500 libre, donde llegó a hacer la quinta mejor marca mundial de la campaña, adquiere si cabe mayor relevancia. La joven nadadora de Ribeira se convierte así en el buque insignia del grupo de élite de la natación gallega creado el año pasado, que continuarán dirigiendo Luisa Domínguez y Fernando Zarzosa. Sergio Campos Varela, del Club Natación Coruña, y Marcos García Soto, del Natación Ferrol, serán los compañeros de María Vilas en en la temporada que acaba de ponerse en marcha.