Carla Salgado, directora de la Fundación Diego González Rivas: «En abril estaremos operando en África a 20 pacientes con el quirófano móvil»
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La viguesa impulsa la fundación del cirujano coruñés Diego González Rivas que salva vidas con su técnica uniportal VATS; «conseguimos las donaciones en cuatro meses»
23 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Las manos de un cirujano son su mayor tesoro, por eso decir que Carla Salgado (Oviedo, 1978) es la mano derecha de Diego González Rivas dimensiona la labor de esta directiva. Es la responsable de recursos humanos de Seur en el noroeste de España, pero Salgado araña horas al día y a su profesión, levantándose a las 5.00 horas, para gestionar la Fundación Diego González Rivas. Esta organización nació en abril del 2023 para amplificar la labor de este sanitario que está revolucionando el mundo de la cirugía torácica. A las operaciones en África con la unidad móvil quirúrgica que está en fabricación, se sumarán intervenciones en hospitales de América del Sur a partir de enero de 2024.
La técnica de Diego González Rivas, uniportal VATS, permite operar tumores torácicos complejos con una pequeña incisión que garantiza el alta médica en 24 o 48 horas. El cirujano coruñés desarrolla la medicina en hospitales de los cinco continentes, su centro de referencia es el Hospital de Pulmón de Shangái, pero también trabaja en Alemania, Kuwait o donde aparezca un caso a vida o muerte que puede salvarse gracias a su destreza. González Rivas empezó a operar en África en intervenciones humanitarias hace diez años, pero ahora lo hace bajo el amparo de la fundación que dirige Carla Salgado, que ha permitido dotar de recursos una labor altruista que se topaba con grandes limitaciones técnicas en los hospitales del tercer mundo.
Todo empezó por una tragedia personal, cuando al padre de esta experta jurídica le detectaron un cáncer de pulmón. «Buscamos opciones, tratamientos experimentales, y nos hablaron del doctor González Rivas. Nos pusimos en contacto con él y ese día y medio que tardó en analizar el tac fue un día de esperanza, de ilusión. Al final no pudo ser, pero me guardé esa sensación. Pensé que quizás hay gente que no puede tener esa oportunidad». Salgado vivió con su padre la dureza de una dolencia que condena al paciente y le lleva a una muerte angustiosa.
Al cabo de los años, cuando esta directiva cursaba el doctorado, se planteó incluir el caso de Diego González Rivas en su trabajo final. «A partir de ahí establecimos amistad. Quedábamos y yo veía en él a una persona que quería llegar a todas partes, él organizaba todo, buscando donaciones, resolvía problemas cuando los envíos se quedaban atrapados en las embajadas africanas...». Salgado le propuso al cirujano crear una fundación. «Me dijo que no tenía tiempo, le dije que yo le hacía el proyecto y, si le encajaba, nos lanzábamos. Lo único que me pidió es que no le diese ni un dolor de cabeza. Presentamos la fundación en abril. En agosto, en cuatro meses, teníamos los recursos para la unidad móvil».
La Fundación Diego González Rivas está fabricando un quirófano de cuatro ruedas para poder operar en África sin depender de la infraestructura de cada hospital local y de las entradas en las aduanas de material quirúrgico. «En abril estaremos operando en Ghana a 20 pacientes con el quirófano móvil. Personas que tendrán una segunda oportunidad». En el 2023 operaron con la ayuda de la fundación a diez pacientes en hospitales africanos, entre ellas una niña de ocho años y una chica de 18. «La niña tenía un tumor tan grande que apenas respiraba. Otra tenía una costilla incrustada en un pulmón. Estaban condenadas a morir y, gracias a la operación, en 24 o 48 horas estaban en su casa». Este pasado verano, Salgado viajó en la expedición sanitaria acompañando al cirujano en sus intervenciones en Tanzania, Sierra Leona y Liberia. «Pude observar a los pacientes. Esas caras de esperanza me trajeron el recuerdo de mi padre».
La fundación donó equipos médicos a los sanitarios africanos que ya están operando con la técnica uniportal VATS tras recibir formación del doctor Diego González Rivas. «Hablamos a diario, porque aunque viaje por todo el mundo, él quiere estar informado de todo lo que hacemos. Me cuenta que está trabajando en una nueva tecnología, se pone una pegatina en la frente y puede ver en 3D y operar sin tener que poner los ojos en la consola del robot».
La labor del cirujano tiene el aval de varias de las principales empresas de Galicia que desde el primer momento han apostado por una fundación que da vida. «Nuestra primera paciente se llama Yahaira, de Perú. Surgió el caso cuando teníamos cero euros, pero llegó a oídos del doctor que la habían operado dos veces y el tumor seguía creciendo. Con la ayuda de los patronos, la trajimos a A Coruña. Estaba embarazada y el doctor salvó su vida y la de su bebé». En enero empezarán a operar en Latinoamérica gracias a un empresario de Costa Rica agradecido porque el cirujano salvó la vida a su hijo. «Me llamó y me dijo que le costaba mirar a África cuando en Latinoamérica hay esperas de dos años en los hospitales privados. Empezaremos a operar en enero, apoyándonos en hospitales de Costa Rica, Panamá y México».
El globo terráqueo se ha quedado pequeño para este proyecto que, nada más nacer, ha derribado fronteras, también las gallegas. Esta fundación de A Coruña, dirigida por una viguesa, estará en las Jornadas de Automatización Industrial de la Universidad de Vigo para captar el talento de los alumnos de ingeniería biomédica.
Su canción
El sitio de mi recreo, de Antonio Vega. «Elegí este tema porque es muy importante encontrar el lugar en el que estés bien a nivel físico y mental. Esta canción es mágica, como la fundación. Esta melodía, a muchas personas nos lleva a un lugar en el que estamos estupendamente bien».