Una médica de Ribadavia se fue como cooperante a Kenia inspirada por el periodista David Beriain

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

COOPERANTES

Tras varios años trabajando en urgencias del hospital de Ourense decidió dejar el Sergas para «ser fiel a mis valores»

12 may 2023 . Actualizado a las 10:01 h.

El año pasado, cuando atravesaba una importante crisis vital, la médica Alba García Moreira (Ribadavia, 35 años) se acordó del periodista David Beriain. Ella llevaba unos años trabajando en urgencias del hospital de Ourense, después de haber hecho la residencia de medicina familiar en Vigo. No conseguía ser madre, su padre había muerto repentinamente y, reconoce, no era feliz. Se dio un tiempo para pensar en el futuro y ahí se acordó del periodista, asesinado en Burkina Faso en abril del 2021 con 43 años.

En el 2007, cuando Alba estudiaba en la Universidad de Navarra, Beriain, antiguo alumno, acudió a dar una charla en su colegio mayor. Allí contó su experiencia como enviado especial de La Voz de Galicia a la guerra de Irak. «Él nos dijo que era corresponsal de guerra porque tenía claro cómo quería vivir su vida y no le compensaba vivirla de otra forma», recuerda ella ahora. «También nos dijo que su madre entendía que hubiese corresponsales de guerra... pero que prefería que su hijo no fuese uno. Me impresionó».

En realidad, hizo algo más que impresionarla. Le removió. Quince años después, Alba regresó a aquella sensación, cuando se encontraba emocionalmente exhausta por su crisis. «Estaba buscando saber quién era yo y qué quería, ser fiel a mis valores», explica. Las palabras de David resonaron en ella y decidió dejar el Sergas. Ahora vive en Kenia.

Al menos temporalmente. En verano contactó con la Fundación Pablo Horstmann, entidad que ella no conocía y que buscaba médicos para Etiopía y Kenia. Iba a decantarse por la primera, pero le pidieron que se fuese a Kenia. En la ciudad de Lamu (25.000 habitantes), la Fundación Pablo Horstmann y la Fundación Anidan tienen un hospital infantil con un orfanato y colaboran con el hospital público del condado (150.000 habitantes).

Cuando llegó allí se hizo una cuenta de Instagram para contar sus vivencias. Quería empezar con una entrada sobre David Beriain, su inspiración. Al buscar información, descubrió que David había grabado (2013) un documental acerca del Hospital Pablo Horstmann de Lamu. El lugar en el que ella está. Se titula Solo por uno. «Solo por uno de ellos vendría aquí», dice la presidenta de la fundación, la oftalmóloga Ana Sendagorta, que creó la organización con su marido tras la muerte de su hijo Pablo, de doce años. Alba reconoció personas y lugares en el documental y, a través de La Voz, contactó con Rosaura Romero, la viuda de Beriain, para contárselo.

En Lamu, la médica trabaja en las urgencias del hospital público. Atiende pacientes con los doctores de allí y les ayuda a prepararse para asumir el hospital infantil de la organización, que asiste a todo el mundo sin cobrar. «Hay cosas que son lógicas para la medicina occidental, pero para ellos no, como pesar a los niños antes de darles una medicación para calcular la dosis», explica. «He desarrollado protocolos de sepsis, he hecho un carro de paradas o un curso de urgencias, y me gustaría montar un triaje, porque no tienen», cuenta.

La medicina es diferente. Más de la mitad de la población es menor y hay patologías que no se ven en Galicia, como infecciones tropicales (malaria, dengue), otras casi erradicadas (tuberculosis) y otras que aquí serían poco frecuentes (heridas de machete). «Te acostumbras a tomar decisiones clínicas sin medios». Su estancia es de seis meses, pero quizás busque otra experiencia similar. Beriain decía que mientras existiese su Artajona natal, tendría una Ítaca a la que regresar. A Alba le queda Ribadavia.