El nuevo reto de Diego González Rivas, un camión como hospital ambulante para cirugías de pulmón en África

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

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El cirujano impulsa una fundación que también permitirá operar en Galicia a pacientes de todo el mundo con escasos recursos

01 feb 2023 . Actualizado a las 20:43 h.

«Tengo un problema en aduanas, hasta mañana no podré llevar el material quirúrgico». Diego González Rivas recibe la llamada de un colega cirujano con el que colabora habitualmente en el Congo, donde este martes esperaba realizar varias cirugías torácicas con su técnica uniportal VATS, que permite operar el pulmón de forma mínimamente invasiva con una única incisión de apenas tres centímetros.

Las grapas necesarias para la intervención se las iban a enviar desde Marruecos y, con un poco de suerte, le llegarán este miércoles. El contratiempo no es una excepción. Es prácticamente su rutina desde que hace unos años empezó a operar de forma desinteresada en varios países africanos. Los problemas en este escenario se acumulan. Un día, el hospital donde opera sufre un fallo en el suministro eléctrico; otro, se encuentra con que el centro carece de la torre de laparoscopia, imprescindible para la videocirugía, o su imagen es borrosa… Y a veces no tienen grapas quirúrgicas o le falta el respirador. Operar así es una carrera de obstáculos, lo que a veces lo obliga a intervenir a oscuras o con la imagen poco nítida, cuando no se ve en la necesidad de recurrir a una cirugía abierta, su última opción.

«Yo he operado a mucha gente gratis y en África lo llevo haciendo en 30 países, pero siempre es una aventura», confiesa el médico coruñés, el Willy Fog de la cirugía. La cuestión, entonces, era cómo conciliar su vocación solidaria con la opción de operar en condiciones dignas en aquellos lugares donde no siempre es posible. Y después de mucho cavilar encontró la mejor alternativa: la Fundación Diego González Rivas, que acaba de echar andar.

La entidad se ha planteado como primer objetivo habilitar un camión que haga las funciones de un hospital ambulante, con todos los equipos necesarios para realizar una intervención en condiciones. «Cada vez que voy a alguno de estos países tengo que estar sufriendo por si me va a llegar el material o no, porque no tienen torres laparoscópicas, grapas quirúrgicas o les falla la luz», explica desde el Congo, que se convierte en el país número 128 en el que ha practicado cirugías. Su siguiente destino es Burkina Fasso, adonde tiene previsto llegar este viernes.

Aunque González Rivas es entusiasta por naturaleza, en su tono de voz se advierte una ilusión infantil por el proyecto. «Va a ser algo impresionante, porque nunca se ha hecho algo parecido. Jamás», recalca. «En unidades móviles —añade— se han hecho cirugías menores, pero una de pulmón son palabras mayores, porque la cirugía torácica se realiza habitualmente en grandes hospitales públicos que requieren de mucha infraestructura. Ni siquiera se hacen los comarcales. Nuestro camión será como un hospital andante».

La Unidad de Cirugía Móvil permitirá realizar en África aquellas intervenciones «que no pueden abordarse por falta de recursos en países en vías de desarrollo. Nuestra finalidad es proporcionar atención quirúrgica equitativa y mejorada en sistemas de salud internacional», apuntan desde su fundación.

González Rivas no estará solo, porque también está reuniendo a un equipo de profesionales, desde cirujanos a anestesistas y enfermeras, que lo ayude en su nueva aventura: recorrer África para operar a quien lo necesite.

Casos mucho más complejos

Si su fundación reúne las suficientes donaciones podrá tener el equipo móvil, pero los casos que seguirá atendiendo serán igual de complejos. «Son mucho más complicados que en Europa, cien veces más, porque allí la gente con cáncer no llega a los hospitales. La mayoría de las operaciones que hacemos son aspergilosis o casos de tuberculosis, mucho más difíciles», relata.

Con el tiempo tampoco descarta trasladar el camión a otros lugares del planeta donde sean necesarios sus servicios, como Latinoamérica o determinadas zonas de Europa.

Y tampoco desatenderá las operaciones, cada vez más complejas, que realiza en todo el mundo, pero sin olvidarse de Galicia. A través de su fundación también espera operar en el hospital San Rafael de A Coruña a pacientes con poco recursos de otros países —también de España— que no tienen dinero suficiente ni para pagar una cirugía ni para asumir el coste del viaje. A los que reúnan las condiciones les saldrá gratis.

Tampoco es la primera vez que opera gratis en Galicia o con un coste asumible para el paciente, pero a costa de mucho sacrificio. «Me veía obligado a pedir favores a compañías o amigos para sufragar los gastos o a poner dinero de mi propio bolsillo. Ahora, con la fundación, y si todo va bien, no tendré que preocuparme por la financiación para pagar los vuelos o los gastos hospitalarios», dice.

La primera en estrenar el programa que nace al amparo de su fundación será una joven peruana de 27 años a la que no le queda más opción que operarse después de una primera intervención fallida en su país, donde ven inviable realizar una segunda cirugía. Pero para González Rivas no es un problema. En marzo la espera.

Aparte del cirujano gallego, la fundación tiene como socios fundadores a Roberto Tojeiro, en representación de Gadis; José Antonio Souto Meizoso, de Irta Invest. SL; a Jesús Vázquez Sobrino, de Jevaso; a Ramón C. Regueira Otero, de Recambios Regueira; a Juan Carlos Rodríguez Cebrián, y a Carlos Saavedra, de Os Peteiros.