Marta Lado: «En cada funeral por un muerto de ébola se infectaban 20 más»

Loreto Silvoso
LORETO SILVOSO A CORUÑA / LA VOZ

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EDUARDO PEREZ

Asesora a la OMS por el último brote del virus en el Congo. Fue condecorada por el rey con la Orden del Mérito Civil en el 2015

19 jul 2021 . Actualizado a las 19:06 h.

Una de las mayores especialista del mundo en ébola es coruñesa. Es la doctora Marta Lado, que trabaja en Sierra Leona, pero ha vuelto a casa por Navidad. Fue ella quien decidió la repatriación del misionero Manuel García, con el que se infectó la gallega Teresa Romero, la primera contagiada fuera de África.

-¿Cómo recuerda aquello?

-Pasé con Teresa la noche en la que se puso más malita. En el hospital Carlos III necesitaban un médico para una guardia de 24 horas y me pidieron que hiciera la de ese día. Hubo un momento en que tuvimos que decidir si la intubábamos o no. Fue complicado.

-Usted colaboró como experta.

-Me pidieron una evaluación del traje de protección personal que estaban utilizando, por si alguna brecha en el sistema pudiera haber hecho que ella se infectara.

-¿Qué conclusión sacó?

-Que un tratamiento de cuidados intensivos personalizado, con todos los medios posibles, hace que sobrevivan los pacientes. Es lo que hemos intentando poner en marcha en el Congo ahora. La reducción de la mortalidad del 70 al 20 % que tenemos hoy es por lecciones aprendidas de gente que evacuamos.

-Con medios, sí se puede.

-En Sierra Leona no teníamos ni una uci en todo el país, pero todos los pacientes que se trasladaron a Europa o Estados Unidos, con estándares altos de cuidados, nos han demostrado que el ébola se puede superar.

-Teresa sobrevivió.

-Fue una gran lección para todos. Era una persona joven que tenía posibilidades de sobrevivir. El caso de Teresa demostró que, con un buen protocolo de cuidados, se puede salir adelante.

-Eso es en lo que usted trabaja.

-Así es. Hemos creado para la Organización Mundial de la Salud unos protocolos de cuidados en el Congo, pero obviando que estamos en un país en vías de desarrollo.

-Dándoles lo mismo que aquí.

-La idea es dar a los pacientes africanos los mismos cuidados que podrían recibir estando en Europa o EE.UU. Lo hemos hecho desde el primer día en que empezó el brote, creamos unidades muy especializadas. Ha sido un logro enorme. Un antes y un después en el tema del ébola.

-¿Cómo llegó a Sierra Leona?

-Tras especializarme en enfermedades infecciosas y tropicales, me surgió la oportunidad de irme como voluntaria a Sierra Leona para subespecializarme aún más en las patologías más frecuentes de viajeros.

-Iba para un año y se quedó.

-Empezó el ébola y decidí quedarme. Era para lo que me había preparado. No hay muchas personas que tengan tanta experiencia en virus hemorrágicos.

-¿Ya se ha erradicado?

-Sí. En Sierra Leona, Liberia y Guinea, el último caso fue en el 2016. Ahora tenemos un brote en el este del Congo, en Kibu y con un conflicto bélico activo.

-¿Ha visto morir a mucha gente por culpa del ébola?

-Claramente, sí. Más en África occidental, donde teníamos una mortalidad del 70 % y pocos medios. No teníamos tratamiento ni vacuna, íbamos a ciegas. En el Congo trabajo como consultora de la OMS y colaboro con ellos en el brote que hay ahora.

-¿Cuál es la situación?

-Muy diferente. La vacuna es muy eficaz, con casi un 90 % de efectividad. Tenemos cuatro terapias experimentales y dos de esos medicamentos reducen la mortalidad hasta un 20 %.

-Pero sigue habiendo muertes.

-Los que fallecen son los que no piden ayuda médica. Pero con el ébola, si tienes un contacto directo, es muy fácil que te infectes.

-Eso es lo más complicado.

-El ébola es una enfermedad muy injusta, porque acaba afectando a los que cuidan de los demás.

-¿Los funerales fueron el principal foco de contagio en África?

-Sí, porque, en algunas zonas de Sierra Leona el agua con la que se lava el cuerpo del difunto se utiliza para bendecir a los familiares, niños incluidos. Y la persona que arreglaba el cadáver era la que cocinaba para todos.

-Tremendo.

-En cada funeral por un muerto de ébola se infectaban veinte personas.