Este cóctel inspirado en el Camino de Santiago causa sensación en Dubái dentro del restaurante del chef José Andrés
ASIA
José Gamiz, «bar manager» en el Hotel Atlantis The Royal, creó un guiño a la tierra donde trabajó dos años y descubrió la verdadera hospitalidad
12 mar 2023 . Actualizado a las 11:05 h.El Camino de Santiago tiene su propio cóctel en Dubái. Es una de las bebidas que mayor sensación están causando en Jaleo, uno de los 17 restaurantes que forman parte del ultra lujoso Hotel Atlantis The Royal (ocho de ellos dirigidos por cocineros de fama internacional). El complejo turístico, inaugurado en enero —con actuación de Beyoncé incluida—, no deja a nadie indiferente con sus 93 piscinas, su estanque de medusas y un edificio cuya silueta parece un juego de Jenga. Y, dentro de su amplia oferta gastronómica, Galicia y su capital son también protagonistas.
Las vieiras gallegas, acompañadas de erizo y caviar son uno de los platos que propone Jaleo en el recorrido diseñado por el chef José Andrés a través de los productos y sabores de España. Y, para crear su carta de bebidas, contaron con el canario José Gamiz Benítez, quien estuvo en Santiago al frente del espacio de coctelería del mercado Boanerges (el Boavoa) y ahora hace un guiño a una tierra que lo dejó profundamente marcado: «Ha sido donde más se ha impulsado mi carrera y más he aprendido. En esos dos años crecí mucho a nivel profesional y personal. Allí he vivido lo que no viví en ninguna otra parte y he entendido lo que es la verdadera hospitalidad».
Explica el bar manager en Atlantis The Royal que en Jaleo crearon un programa de bebidas acorde a la carta, siguiendo la filosofía de dar a conocer la península ibérica con todos sus matices, «y yo tenía claro que Galicia no podía faltar. En este caso, quise resaltar el Camino de Santiago en un trago». Entre sus ingredientes, lleva remolacha, que aporta «el aroma a tierra húmeda y lluvia que hay ahí». «Y la ahumamos, recordando ese olor tan rico y peculiar a leña de las chimeneas, que a mí me hacían levantar la cabeza y me transportaban a un lugar cálido en el invierno gallego». El alcohol que predomina es un vodka orgánico, con un toque cítrico de zumo de lima. Se presenta en un vaso de terracota, «representando la artesanía y alfarería que forman parte de la identidad gallega. Y otra cosa que hace especial a este cóctel —añade Gamiz—, es que es 100 % sostenible, son todos los ingredientes frescos y no generamos ningún residuo. En vez de tirar la pulpa de la remolacha, se cocina al horno y se mete en un deshidratador para obtener una especie de pétalo crujiente que acompaña siempre a esta bebida en forma de snack». Además, tiene un punto healthy, sin azúcares añadidos ni conservantes.
El bartender destaca la buena acogida que ha tenido entre el público internacional, que no solo disfruta del combinado sino que también muestra su interés por la historia que hay detrás de él. «Se ha convertido en uno de nuestros tragos más populares. De hecho, la primera vez que lo probaron Jimmy Valentine y Rubén Carmona, el director de bebidas de Atlantis y el general manager de Jaleo Dubái, dijeron que se lo beberían a litros», dice orgulloso su autor.
Aclara que se sirve tanto maridado con los platos de Jaleo como en la sobremesa, para terminar la visita con «una experiencia líquida». Cada vez que sirven un Camino de Santiago, explican el porqué de cada ingrediente y el origen de la propuesta, «y es muy habitual ver cómo los clientes buscan en sus móviles Galicia, las rutas del Camino y información sobre una parte de España que la mayoría desconocía. Luego, al probarlo, se sorprenden porque la remolacha entra muy dulce y súper fresca, con esa humedad bien equilibrada que suelta, a la vez que expiras esas notas de humo. Gusta tanto entre el público nacional como internacional, especialmente entre los rusos, por el vodka. Es más, tuvimos hace poco un fam trip [viaje de cortesía ofrecido a agencias de viajes y operadores del sector turístico] y todos eligieron el Camino de Santiago, pero, además, la gran mayoría siguió pidiéndolo hasta que se agotaron los ingredientes».
Gamiz cuenta que, después de formar parte del equipo del Boanerges, estuvo trabajando en Madrid y «me surgió la oportunidad de venir al Atlantis, a una gran compañía en la que dar un impulso a mi carrera y seguir creciendo». Cuenta que, al ser isleño, no le ha costado demasiado adaptarse al clima y el choque cultural tampoco fue demasiado «porque esta es una de las ciudades más abiertas y multiculturales de los Emiratos Árabes y, en general, este es un país muy hospitalario». Convencido de que esta nueva aventura laboral es «una de las mejores decisiones de mi vida», disfruta del conocimiento que está adquiriendo al estar rodeado de profesionales de primer nivel.