Un chantadino a la conquista de Asia

luis conde MONFORTE / LA VOZ

ASIA

Héctor Souto, todo un especialista en el fútbol sala de élite de este continente

09 jun 2021 . Actualizado a las 09:48 h.

La Ribeira Sacra continúa exportando deportistas. El domingo se concretaba el fichaje del chantadino Héctor Souto por el Bintang Timur Surabaya, un equipo de la liga de Indonesia, que quiere reinar en su país. Y con la contratación del técnico, los dirigentes indonesios se llevan a un primer espada del fútbol sala español.

Souto es un auténtico apasionado de esta modalidad deportiva para la que vive las 24 horas del día. No se podía imaginar cuando con 5 y 6 años empezaba a pegarle patadas al balón en el parque Eloísa Rivadulla que podría llegar a la élite del fútbol sala, pero empezó y perseveró, y los resultados a la vista están.

El chantadino comenzó a practicar este deporte en las escuelas deportivas municipales, con Guillermo García al frente. Estuvo como jugador de los equipos locales escolares, con un paréntesis para competir en el Chantada B. Lo dejó cuando se incorporó a la Universidad. Se licenció en Pontevedra en ciencias de la actividad física y el deporte.

«Sempre tiven claro o que quería estudar, e a paixón que me moveu foi o deporte», señala Souto.

Una vez que acabó su carrera universitaria se incorporó como monitor de las escuelas deportivas locales, avalado por Guillermo García y el concejal de Deportes, Castor Nóvoa. En esa etapa dirigió a futbolistas como Iván Gayoso, Michi, Xende y David Ferreiro. Este último fue su preparador físico en el Parrulo de Ferrol. «Recordo a gran sintonía que existía no grupo. Eramos unha auténtica familia, e precisamente aí fraguouse unha gran amistade entre todos», añade.

Al mismo tiempo que estaba en las escuelas, Souto siguió con su formación. Estudió un máster de psicología y los títulos de entrenador de fútbol y fútbol sala, una circunstancia que fue clave en su progresión.

Fichaje por el Azkar

Desde Chantada dio el salto al Azkar, donde estuvo dos temporadas. «Pedín ver os adestramentos de Bruno García, que foi o meu mentor, e co que intercambiamos moitas impresións sobre o fútbol sala. A partir de aí ficháronme, e o primeiro ano estiven de readaptador e o segundo de preparador físico e de scounting», comenta Souto.

Su trabajo no pasó desapercibido para algunos clubs de renombre del fútbol sala español. Así, al año siguiente acompañó a García en su aventura en el Oxipharma, en Granada, equipo al que ascendieron a la élite. Tras este proyecto, el chantadino dio el salto al fútbol sala de Vietnam, donde fue clave en su crecimiento. Fueron seis temporadas intensas y fructíferas, que le enriquecieron como técnico.

Llega al Parrulo

Regresó a España tras finalizar contrato en el país asiático, y enseguida lo fichó el Parrulo. «Colleume de sorpresa. Foi unha aposta arriscada a que fixeron, pero saíu ben, sobre todo o primeiro ano, onde acabamos décimos, a que foi unha das mellores clasificacións da historia. Foi unha experiencia moi boa, porque aprendín moito ao traballar con xente con talento e de nivel. Considérome un privilexiado», asegura Souto.

Eso sí, lo que más le dolió fue el descenso, y es que el covid-19 le pasó factura al equipo ferrolano. Todo fueron adversidades.

Ahora, a Souto le toca viajar de nuevo. El fútbol sala indonesio disfrutará de sus conocimientos. «Traballaremos para sentar as bases de presente e de futuro e para que o Bintang Timur Surabaya sexa campeón e se convirta nun dos referentes do fútbol sala de Indonesia», concluye.

Héctor Souto quiere trasladar la receta que aplicó en Vietnam durante seis años y que tan buenos resultados le dio. De hecho, este país disputará su segundo mundial, fruto del trabajo, entre otros, de Souto.