Sin fecha de vuelta a China por el coronavirus

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

ASIA

Mario Peso sigue en la casa familiar de Ponte Caldelas mientras su novia da clase por videoconferencia a sus alumnos en China

18 abr 2020 . Actualizado a las 18:58 h.

Mario Peso y su novia siguen en Ponte Caldelas sin fecha de regreso a China. Hoy tendrían que estar reincorporándose a su puesto de trabajo en una escuela pública a unos mil kilómetros Wuham, pero la incertidumbre marca desde hace días su devenir. El coronavirus los tiene atrapados en Galicia sin sabe cuando volverán a sus vidas. En un principio iban a regresar el 5 de febrero, pero desde el colegio en el que da clases le advirtieron que hasta el 17 no se retomaría la actividad. Sin embargo, poco antes de que llegase el día recibieron un nuevo aviso. Ahora será marzo, pero no hay día para sacar el billete de avión. Él está esperando. «Me dijeron que cuando haya noticias ya me avisarán, solo sé que como mínimo será en marzo», explica Peso, mientras su novia, profesora de inglés en Xian, si que trabaja desde casa con ciertas restricciones en su nómina. Atiende a sus alumnos por videoconferencia en un país, que tal y como él relata, está marcado por las restricciones. «Le está costando un poco adaptarse porque tiene que trabajar de noche No solo en Wuham. Ellos viven en la ciudad de Kaijiang, cerca de Chengdu, en la provincia de Sichuan. «Nuestros amigos nos dicen que no pueden salir, la cuarentena solo permite salir a una persona cada tres días, generalmente tiene que ser la más sana. Al bajar cubren un documento en el edificio cuando salen y vuelven a entrar», comenta Peso, que reconoce que la incertidumbre los tiene atrapados en Ponte Caldelas: «No sabemos qué hacer ni que va a pasar con nosotros».

El pasado 20 de enero llegó a Pontevedra para celebrar en Galicia el Año Nuevo chino. Serían 15 días para ver a la familia, pero cuando llegaron a París para coger el enlace con España vieron la repercusión internacional que empezaba a tener el coronavirus. En ese momento no alcanzaban el centenar de fallecidos. Hoy las cifras que da a conocer el gobierno chino aterran a estos emigrantes. Cerca de dos mil fallecidos y más de 72.000 contagiados es el balance actual. Pero aún así, Mario Peso no teme regresar. Tiene allí su vida. «Nuestra idea es volver, pero la situación no se estabiliza y las noticias no son muy alentadoras», reconoce Mario Peso, que se vino solo de vacaciones y dejó atrás todas sus pertenencias. Por ahora no tiene pensado cambiar de planes sobre su futuro. «Yo quiero volver, pero en un momento en el que la situación esté más calmada», reconoce desde Ponte Caldelas. Para esos primeros días de descanso tenía planes, estuvo de vacaciones en Lisboa con su pareja, pero desde entonces están pendientes del teléfono esperando una fecha de vuelta.

Mario Peso decidió un giro a su carrera jace más de año y medio. Quiso probar suerte en China como entrenador de fútbol después de ver una oferta en las redes sociales. Le abrió los ojos par emprender una nueva vida. Unas condiciones mejores, que no «magníficas», pero satisfactorias para emprender un nuevo camino en un momento en que España no tenía tantas puertas abiertas.