María y Patricia son dos hermanas que llevan tres meses enseñando un deporte nuevo en este país
10 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.María Navarro Rodríguez tiene una hípica en Mandiá, pero desde hace tres meses está en la ciudad china que más crece, Chongqing, enseñando a montar y a cuidar a unos animales que son todo un exotismo en el país asiático. «Allí la hípica es un deporte incipiente», explica su madre, Mari Carmen, que asegura que su hija se llevó a su hermana, Patricia, y que ambas están encantadas con la experiencia. Para empezar está siendo de lo más provechoso económicamente, porque les pagan 150 euros por cada hora de clase y es bastante habitual que las familias reserven 30 horas de golpe para sus retoños.
Trabajan mucho, pero también disponen de tiempo para disfrutar de una ciudad que tiene lo último en restaurantes, en tiendas de moda y en casi todo. «Es como una especie de Nueva York, según me cuentan, están muy contentas con las cosas que pueden hacer y tienen todos los gastos pagados», apunta una madre que tiene muchas ganas de ver a sus hijas, pero que está feliz por el momento que están viviendo.
Las dos tuvieron que superar muchas pruebas para conseguir este puesto, desde evaluaciones hasta entrevistas a través de videoconferencia, pero una vez en China se percataron de que merecía la pena el esfuerzo, porque dan clases en unas instalaciones de primera y a unos alumnos con muchas ganas de aprender. Además de equitación imparten contenidos sobre el cuidado del caballo y otros temas relacionados con el bienestar animal.
Intercambio
Tanto María, como su hermana Patricia (que hizo un paréntesis en sus estudios de Artes Plásticas), esperan mantener el trabajo durante meses. Incluso han acordado una especie de intercambio de forma que pronto pueden estar en Ferrol con algunos de sus pupilos chinos. Hasta entonces están completamente adaptadas a la vida moderna china. «Desde el primer día comen con los palillos, no echan nada de menos», cuenta Mari Carmen, que está en contacto con sus pequeñas a través de una aplicación de mensajería que es muy operativa en China. Cada día le van contado novedades más curiosas, como que han protagonizado varias campañas de publicidad e incluso un anuncio que se puede ver en la red y del que la familia de las dos chicas se siente especialmente orgullosa.
A finales de mes estas dos emprendedoras ferrolanas regresarán a Ferrol para pasar las Navidades y visitar su hípica de Mandiá, que sigue operativa gracias al trabajo de una colaboradora. Es más, no descartan ponerla a punto ante la llegada de nuevos usuarios de Chongqing, que cuenta con una población que supera los 33 millones de personas. «Casi tantos como toda España», reconoce su madre.