La escritora argentina Vicky Rego ambienta una parte de su nueva obra literaria en este territorio, aunque todavía no lo visitó
24 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La escritora argentina Vicky Rego —con raíces familiares en Vilalba— presentará este jueves en Madrid su segunda novela, Ema, que está ambientada en parte en la Ribeira Sacra aunque la autora no ha visitado hasta ahora este territorio. La obra, publicada por la editorial asturiana Velasco Ediciones, está protagonizada por una pareja de septuagenarios.
—¿Por qué eligió la Ribeira Sacra como escenario de su novela?
—Nunca visité esa tierra, pero la conozco por distintas referencias, por cosas que me ha contado mi familia de Galicia, por el cine, la televisión... Me la imagino como una tierra encantada y por eso envié allí a mis personajes. En la novela es como un lugar ideal, que los protagonistas eligen para vivir felices y tranquilos. La historia sucede también en otros escenarios, como Francia, Reino Unido, Irlanda, Suiza... La Ribeira Sacra aparece más bien hacia el final, como el lugar al que los personajes deciden retirarse.
—¿Qué imagen de la vejez ha pretendido dar en su libro?
—Soy audióloga de profesión y en mi trabajo he tratado sobre todo con gente mayor, así que estoy muy familiarizada con la psicología de las personas que llegan a esa edad. La vejez se considera muchas veces como una época de la vida marcada por la soledad y la tristeza, pero la visión que he querido dar en mi novela es totalmente contraria a eso. Los protagonistas son dos personas de más de 70 años que viven como si tuviesen menos de 40 y se atreven con todo, como si no hubiese un mañana. Sobre todo Ema, el personaje cuyo nombre da el título a la novela. Es una persona a veces hasta bordea los límites de la cordura y que afronta el ocaso de la vida de una manera optimista. Quise que la historia tuviese un tono divertido. Yo misma me divertí mucho escribiéndola y espero transmitir eso a los lectores.
—¿Cuáles son sus principales referentes en la literatura?
—Soy una lectora adicta y he leído siempre de todo, pero me han interesado especialmente autores como Milan Kundera, Mario Vargas Llosa o el francés Pascal Quignard, que descubrí hace cuatro o cinco años. Me encanta la literatura francesa del siglo XIX y especialmente la obra de Gustave Flaubert. El nombre de la protagonista de mi novela alude un poco a la protagonista de Madame Bovary de Flaubert. Aunque la mía se llama Ema con una sola eme y no Emma como el personaje de Flaubert.
«Para mí siempre ha tenido muchísima importancia mi relación familiar con Galicia»
La autora de Ema situó en escenarios gallegos su primera novela, Fefo, publicada en Buenos Aires en el 2017.
—¿Qué papel ocupa Galicia en su obra?
—En mi primera novela aparece Vilalba, porque la familia de mi padre procede de allí. No llegué a conocer a mi padre porque falleció antes de que yo naciese, pero estuve siempre muy apegada a mi familia paterna, a mis tías, que siempre me hablaron mucho de Galicia. En la década de 1970 estudié en la Universidad Complutense de Madrid y en esa época visité Galicia muchas veces. Mi novela Fefo es una obra de autoficción en la que tiene mucho peso la imagen de mi padre y por eso una parte de la historia está situada en Vilalba. Para mí siempre ha tenido muchísima importancia mi relación familiar con Galicia.
—¿Aprovechará este viaje para visitar la Ribeira Sacra?
—No voy a poder hacerlo esta vez, porque no voy a tener tiempo suficiente. Tenía previsto presentar la novela en Madrid y después en Oviedo, en Gijón y en Lugo. Pero a Lugo finalmente no podré ir porque por un imprevisto tengo que volver a Buenos Aires antes de lo que esperaba, así que tampoco voy a poder ir a la Ribeira Sacra. Pero más adelante lo voy a hacer sin duda, porque es una asignatura pendiente que pienso cumplir.