Casi un siglo de la ABC del Partido Judicial de Corcubión en Buenos Aires

Luis lamela

ARGENTINA

GALICIA OSCURA, FINISTERRE VIVO | Símbolo de la emigración de la comarca, será en el 2022 cuando alcance cien años

09 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2022 se cumplirán 100 años de la constitución en Buenos Aires de la sociedad agraria, benéfica y cultural llamada Hijos del Partido Judicial de Corcubión, la actual ABC del Partido de Corcubión, el más importante símbolo de la emigración de la Costa da Morte en el mundo. Sus principales fines fueron el mejoramiento agrario en el espacio geográfico del centro-sur de la Costa da Morte, la creación de nuevas escuelas y la mejora de las existentes, así como el establecimiento de premios para los alumnos. También el fomento del intercambio comercial entre la península Ibérica y la América hispana, y dar un impulso al proyecto del ferrocarril de las tres CCC, entre otros retos y reivindicaciones sociales y culturales. Y, uno muy importante, ser nexo de unión entre todos los expatriados de esta esquina atlántica residentes en la Argentina.

Para estos fines, por parte de su primer presidente, el fisterrán Casto M. Insua, y del secretario, el ceense Manuel Areas, la ABC remitió en julio de 1923 sendos escritos al senador por la provincia de A Coruña, Joaquín Chapaprieta, y al diputado por Corcubión, Benito Blanco Rajoy, rogando apoyo a las iniciativas de la sociedad que acababa de nacer. Y, a través del tiempo, unas aspiraciones se materializaron, y, otras, por culpa de la guerra civil en España, quedaron en el camino. En varias ocasiones la sociedad emigrante tuvo que reinventarse para poder sobrevivir, esforzándose en mejorar las condiciones de vida de sus asociados, procurando que no perdiesen sus raíces y vínculos con la Costa da Morte.

Fue el corcubionés Antonio Díaz Novo quien promovió y lideró mucho tiempo el proyecto. Emigró joven a la Argentina, adonde se fue con 18 años en 1909 en contra del parecer de su familia, y allí permaneció cerca de 40, hasta su fallecimiento. En tan largo espacio de tiempo solo hizo dos viajes a España: uno en 1918 y otro 9 años después, en el verano de 1927, para visitar a su anciano padre, rememorar los años de su niñez y rodar una película de los principales monumentos y costumbres de Galicia.

En 1918 germinó en su mente la idea de unir en apretado haz a los emigrantes de la Costa da Morte dispersos por Argentina. Y después de salvar dificultades, venció la apatía de muchos y logró, con la colaboración y cooperación de un grupo de amigos, fundar en Buenos Aires el 26 de agosto de 1922 la Asociación Benéfica Cultural del Partido Judicial de Corcubión, a la que Díaz Novo, primero como secretario, y luego como presidente, y más tarde como gerente, elevó a un alto grado de brillante prosperidad y florecimiento, alcanzando la Personería Jurídica otorgada por Decreto del Superior Gobierno de la Nación argentina.

En agosto de 1925, al cumplirse el tercer aniversario de la creación, surgió por primera vez a la luz la revista Alborada, en la que Antonio Díaz como director fue e1 alma, el nervio, la idea, y llenó con numerosos artículos sus páginas y clamó en ellas por las viejas aspiraciones de las comarcas de Fisterra y Soneira: el ferrocarril Coruña-Carballo-Corcubión, la construcción del puente sobre el río de O Ézaro, una base naval para submarinos en la ría de Corcubión, la construcción de un nuevo cementerio en la villa de San Marcos, la construcción de una especie de sanatorio veraniego en la isla Lobeira grande..., y tantos y tantos otros problemas acuciantes en su tierra.

Con el fin de extender la formación y la cultura consiguió aprobar construir con fondos de la sociedad edificios para escuelas y viviendas para maestros en cada uno de los ocho concellos del partido. Efectuaron un sorteo y resultaron favorecidos Muxía, Vimianzo, Fisterra, Cee, Dumbría, Zas, Corcubión y Camariñas. Al iniciarse la guerra civil estaban construidas las cuatro primeras: en Nemiña, en Pasarela, en Suarriba y en Estorde.

Desde el principio, la asociación aumentó en prestigio. Cada día acudían nuevos contingentes a engrosar sus filas. Antonio Díaz logró atraer a los emigrantes oriundos de los concellos del partido judicial, pero llegó un día en el que se resintió su naturaleza y los médicos le aconsejaron abandonar sus tareas por una larga temporada, y así se lo comunicó a sus compañeros, que trataron de oponerse, rindiéndose al fin a la razón. Con el tiempo, la sociedad comenzó a languidecer. La revista Alborada ya no salía todos los meses, sino cada trimestre, cada semestre o cada año... Los asociados se iban dando de baja, y el conglomerado social se agrietó y amenazó derrumbarse. Antiguos y fieles amigos acudieron con súplicas insistentes al retiro de Díaz Novo y le hablaron de su querida ABC, pintándole con tristes colores la próxima y fatal disolución. Y Antonio Díaz, en un noble rasgo de desprendimiento y generosidad renunció a la mayor parte de sus actividades comerciales y retornó a su antiguo puesto.

Con convincentes razones obtuvo que los hijos de Muxía, que formaban una entidad diferente, se fusionase con la ABC, consiguiendo que la sociedad entrase en otra nueva etapa de brillante prosperidad y dio cima a uno de los más ansiados proyectos: la adquisición de un amplio y elegante edificio en una calle céntrica de Buenos Aires, para instalar la sede social, al tiempo que socorría a numerosos emigrantes necesitados. Otros fueron repatriados a España por su mediación... Antonio Díaz Novo falleció en 1944 a los 53 años.

A través del tiempo la sociedad emigrante estuvo regida por presidentes nativos de todos y cada uno de los concellos del partido de Corcubión, y no resulta difícil comprender que es depositaria de la memoria de los emigrantes de esta esquina Atlántica que se asentaron en la Argentina. En fin, un ente, la ABC, en donde se refugia una memoria de voces muy diversas. Muy bien dirigida por Carlos Oscar Ameijeiras Miñones, la actual sociedad, con un profundo sentido de comunidad y reinventada varias ocasione, continúa sin presentar los deterioros de la edad. Una entidad que demostró que los nativos de la Costa da Morte, fuera, son más unidos, emprendedores, constantes y resolutivos. Pocas empresas o asociaciones existen en nuestra geografía física que hubiesen llegado a esa edad con tan buena salud.

Todo apunta a que la sociedad ABC pondrá en valor su historia el año 2022, que está a la vuelta de la esquina, para celebrar por todo lo alto su centenario. . Tendría un sabor de reencuentro con los que se fueron obligados por las circunstancias, porque si la Costa da Morte está en el mundo fue gracias a la emigración reunida en torno a la sociedad que señalamos.