Manuel Areas Blanco, O Candiño de Lires

Luis Lamela

ARGENTINA

GALERÍA DE EMIGRANTES | Nueva entrega de la sección de Luis Lamela. Un nuevo rostro, una nueva historia

23 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Areas Blanco, O Candiño, nació en Ruibo-Lires (Cee) en 1887, hijo de Ramón Areas Guzmán, fallecido el 24 de agosto de 1925 con 70 años en el Balneario de Caldas de Reis cuando se encontraba disfrutando allí de las aguas. Manuel Areas emigró para la Argentina muy joven, con 14 años. Embarcó en noviembre de 1901 en el vapor Cap Roca. Para ese país americano también se fueron sus hermanos Jesús, José y Andrés. En 1922 Manuel fue uno de los promotores de la Asociación ABC del Partido Judicial de Corcubión, en Buenos Aires, sociedad en la que ejerció de secretario provisional; después fue presidente entre el 5 de abril de 1924 al 6 de febrero de 1925, y desempeñó además la secretaría y posteriormente la contaduría. Durante su actividad profesional ejerció el cargo de subdirector de la Biblioteca de la Facultad de Medicina de Buenos Aires y esa actividad profesional, y su pasión y amor por la tierra que le viera nacer, le llevó a publicar muchos trabajos en la revista Alborada, de la ABC, relativos al territorio que había abandonado muy joven. Y uno de esos trabajos fue una interesante descripción en 1925 de los distintos municipios que componen el partido judicial de Corcubión. Y desde su puesto en la biblioteca de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, ayudó a muchos de sus paisanos emigrados para ingresar en hospitales o para conseguirles un trabajo.

Manuel viajó a España a principios de la década de 1920 para casarse y luego regresó otra vez para la Argentina con su esposa, María Blanco Soneira, de Lires y de la familia de Os Cregos. En 1926 tuvieron un hijo al que llamaron Manuel José, aunque el primogénito fue Andrés, de 4 años en esas fechas, y porteños los dos. Manuel Areas Blanco falleció repentina y prematuramente -apenas con 40 años- en Buenos Aires el 30 de octubre de 1928 y la sociedad emigrante que él ayudó a fundar dedicó su nombre a la primera escuela que construyó en la zona: la de Nemiña (Muxía).