GALERÍA DE EMIGRANTES | Fisterrán, falleció en Argentina hace tres años

Luis Lamela LA VOZ

ARGENTINA

CEDIDA POR LUIS LAMELA

Manuel Liñeiro Fernández, «Gordito» nació en Fisterra en 1937, y con 15 años emigró reclamado por su padre que ya hacía algún tiempo que estaba allí

23 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Liñeiro Fernández, Gordito (en la imagen, con su esposa Fina Martínez Trillo), nació en Fisterra en 1937, y con 15 años emigró con su familia para la Argentina reclamado por su padre que ya hacía algún tiempo que estaba allí. También en el país austral estaba uno de sus hermanos, José, que se fue de Fisterra a los 16 años, precisamente en el mes de junio de 1951.

Desde el puerto de Vigo, y embarcado en el vapor Yapeyu, Manuel Liñeiro arribó a Buenos Aires junto con su madre y su hermana Generosa, de tan solo 8 años, el 27 de agosto de 1952.

Muy poco tiempo después, Manuel entró a trabajar como ayudante de albañil y luego de tornero, para finalmente, y para labrarse un «futuro mejor», embarcar en los buques de la Compañía Marítima Argentina, tal y como hicieron numerosos fisterráns, compañía en la que estuvo hasta que le llegó la edad de jubilación.

En la diáspora se casó con una joven de Fisterra Josefa Fina Martínez Trillo, hija de Teodoro y María Paca, también emigrante en el país austral. Durante el retiro, Manuel disfrutó varios veranos en Fisterra hasta que una enfermedad que le ató a una bombona de oxígeno le impidió seguir visitando su pueblo natal.

Precisamente, en ese Fisterra que tanto quería, hace algunos años me confesó que él no había emigrado, que hizo un viaje que no quiso; que habían sido sus padres quienes sin consultarle le llevaron a un país extraño cuando solo era un adolescente, asegurando que sus retinas llevaron siempre grabada la imagen del promontorio visto desde la curva de Talón.

La última imagen del pueblo

Fue cuando la camioneta les trasladó hasta Vigo para subir al barco, la última imagen de su pueblo que llevaron sus ojos de emigrante, un país extraño que no quería, pero que sus propios hijos fijaron las raíces que a él también le sujetaron. Y allí falleció un 25 de abril de 2015 a los 77 años, un emigrante fisterrán con el que compartí amistad y gratos momentos.