Cuerpo en Buenos Aires, alma en Mos

ARGENTINA

Los mosenses de la capital argentina luchan por «mantener vivo allí un trocito de la tierra»

27 nov 2014 . Actualizado a las 08:46 h.

El emigrante tiene su cuerpo en el lugar donde reside, pero sus sentimientos están permanentemente en sus raíces». Son palabras de José Leirós, actual presidente de la Asociación de Residentes de Mos en Buenos Aires, un colectivo cuyos inicios hay que buscarlos en la capital argentina en 1918.

Fue el 23 de febrero de ese año cuando un grupo de emigrantes en la localidad argentina decidieron unirse para «aplacar la morriña», como ellos mismos confiesan.

Tras 96 años de historia, cuentan hoy con 250 asociados -once de los cuales forman su directiva- en un colectivo que se define como «de mutualidad, cultura y recreo», según Leirós. Su prioridad no es otra que «trabajar para ayudar a los socios y conservar la cultura gallega, además de difundirla». «Queremos mantener vivo constantemente un pedacito de nuestra tierra en Buenos Aires», señala el máximo mandatario de la institución.

Pero, aunque esta labor que asumen hoy ha estado presente y ha sido clave desde sus inicios, antiguamente realizaban, asimismo, otras tareas. «En origen nos orientábamos más a acompañar y ayudar a los emigrantes en todo lo que fuera necesario e inclusive repatriarlos en caso de que no fueran capaces de adaptarse».

En la actualidad, todavía hay parte de los asociados que nacieron en A Louriña. Luego están sus descendientes (hijos y nietos). «Pero también se suman argentinos que aman nuestra cultura», matiza el presidente. Entre ellos hay gente que continúa viajando periódicamente a Galicia, pero también otros que «no han regresado a su tierra nunca». En el extremo opuesto, aquellos que «de mayores deciden volver ya de manera definitiva para afincarse en el lugar donde nacieron y del que a través de la asociación se mantenían cerca».

Multitud de actividades

La agrupación cuenta con escuelas de baile tradicional gallego, de cantareiras, gaita, percusión, panderetas y teatro, un enorme abanico que van incrementando poco a poco. «Participamos en eventos de la colectividad, del gobierno de la ciudad, privados y de donde recibamos invitación. También actuamos en Mos, por ejemplo en la Fiesta de la Rosa, en Brasil y otros lugares», repasa.

Cuentan con una biblioteca con clásicos gallegos de géneros varios que incluyen «algunos ejemplares incunables». Y recuerdan con cariño cómo su institución «colaboró en la construcción del monumento que recuerda las víctimas del incendio del bus que iba para la feria de Ponteareas, de la parroquia de Porriño, en los 50».