Antón, el grumete de Noia que inició la vuelta al mundo con Magallanes

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

AMÉRICA

Con solo 14 años, formó parte de la tripulación de la Trinidad y murió a manos de los indios en Mactán

29 nov 2019 . Actualizado a las 21:42 h.

Cinco navíos estaban hace 500 años atravesando el océano Atlántico con el fin de poner después rumbo al Pacífico y completar la primera vuelta al mundo. La expedición, financiada por la Corona española, partió el 20 de septiembre de 1519 de Sanlúcar de Barrameda. Estaba liderada por Fernando de Magallanes y precisamente en el barco en el que viajaba el capitán, bautizado como Trinidad, iba Antón, un joven noiés de 14 años.

Poco se sabe de la vida de este chaval y de cómo llegó a formar parte de esta histórica aventura. Sí se da por confirmada su procedencia, puesto que fue inscrito como Antón de Noia en la relación de tripulantes de la nao Trinidad, en la que figura con el número 33 y el cargo de grumete.

Juancho López Oviedo, el presidente de la asociación propietaria del Joaquín Vieta, tiene su propia teoría al respecto: «Naquela época había moitos balandros de Noia que ían constantemente a Sevilla, porque era o peirao máis importante de España. Penso que o elixiron para esa expedición por ser un mariñeiro novo, pero con experiencia».

Como grumete, las funciones de Antón en aquel navío eran en teoría sencillas: «A de grumete é a escala máis baixa e tamén a que lle correspondería por idade e por coñecementos. El era un mandado, un traballador que estaba para obedecer ordes», explica López Oviedo.

La historia sobre aquella expedición que escribió uno de los supervivientes de la travesía, Antonio Pigaffeta, permite conocer el trágico final que tuvo el joven noiés. Tras haber explorado durante meses el litoral de Brasil, la escuadra logró abrirse paso hacia el Pacífico por el actualmente denominado estrecho de Magallanes y alcanzó las islas Filipinas. Allí, en la bautizada como la batalla de Mactán, se acaba la aventura de Antón. Junto a otros marineros, trató de defender a su capitán ante un ataque de los indios y todos, Magallanes incluido, fallecieron por los disparos con flechas.

Juan Sebastián Elcano capitaneó después el viaje de regreso a España, que solo consiguió concluir una nave, la Victoria, que llegó cargada de especias y que se convirtió en la primera embarcación de la historia en dar la vuelta al mundo. 

Libro de Xosé Agrelo

Pese a que la historia de Antón no tuvo el final feliz esperado, sirvió de fuente de inspiración a Xosé Agrelo Hermo para escribir Rumbo ao Maluco. Lo redactó como si fuera el diario de la expedición del propio Antón, desde el embarque en Sanlúcar de Barrameda hasta la muerte en Mactán. Lo situó incluso saliendo de su supuesta vivienda, ubicada en la plaza de A Fanequeira, para relatar después los episodios más importantes de la larga travesía. Un personaje real, protagonista de una histórica expedición, para una obra de ficción.