Pablo Sueiro, el joven pontevedrés que controla satélites en Alemania

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

ALEMANIA

Pablo Sueiro Martínez, ingeniero aeroespacial que trabaja en Eumetsat
Pablo Sueiro Martínez, ingeniero aeroespacial que trabaja en Eumetsat P.S.

El ingeniero aeroespacial aprovechó la oportunidad de trabajar en Eumetsat

26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una oportunidad laboral y vital «muy buena» que no quiso desaprovechar. Es lo que le pasó a un joven pontevedrés tras acabar la carrera de Ingeniería Aeroespacial, que cursó en el campus de Ourense. Pablo Sueiro Martínez, de 22 años, tenía en mente hacer en Valencia el máster habilitante una vez que completó el grado. Pero en su camino se cruzó una oferta de Serco GmbH, la empresa que facilita los controladores, analistas e ingenieros a la Agencia Espacial Europea (ESA) y Eumetsat (Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos).

La decisión de Pablo fue aparcar de momento el máster, que no descarta cursar en un futuro, y aceptar esa oportunidad laboral. Tuvo que afrontar un período de formación de cinco meses, que empezó el pasado 2 de diciembre, y superar tres exámenes. Desde hace unos días ya trabaja en la ciudad alemana de Darmstadt como controlador de satélites en Eumetsat.

El chico está feliz y cree que no se equivocó. Pablo cuenta por teléfono desde Darmstadt, a veinte minutos de Fráncfort, que siempre le había tirado la ingeniería. «Siempre me gustó la ingeniería en general, más la de coches o barcos, pero al final me decanté por la aeroespacial porque quizá es la más puntera tecnológicamente», explica. Su contrato es indefinido, y dentro de cinco años se revisarán sus condiciones. «He tenido suerte y estoy contento», dice Pablo, que reconoce que tiene también un buen sueldo. Cuando tomó la decisión de marcharse a Alemania no sabía nada del idioma y eso le generó algunas dudas, hoy superadas. «En el equipo somos 24 personas, y solo cuatro alemanes. Con el inglés te defiendes perfectamente, pero tengo que aprender alemán», confiesa. Reside en un apartamento individual que funciona como una especie de residencia y tiene cerca a compañeros de trabajo. Echa de menos Pontevedra, sobre todo a la familia y los amigos, y tuvo que cambiar su deporte —jugaba en el Waterpolo Pontevedra— por el crossfit. «Me hubiera gustado seguir con el waterpolo aquí, pero trabajo a turnos y es complicado». A cambio ganó una centralidad maravillosa para poder viajar por Europa. «Estoy a cuatro horas de París o de Ámsterdam», pone como ejemplo.

Se le pregunta en qué consiste su trabajo y lo expone de forma muy didáctica. Las misiones de los satélites que controlan son básicamente tres: «La de tomar imágenes cada quince minutos de la Tierra es la más importante. Se combina con satélites de la NASA, chinos y japoneses para tener monitoreado todo el clima mundial a tiempo real casi». Esas imágenes que captan los cuatro satélites Meteosat llegan a unas antenas que se controlan desde Italia y Rumanía. Otros cometidos son la DCP Mission, esto es, datos de estaciones locales (aviones o incluso animales) que se envían y se distribuyen a los usuarios; y la Search and Rescue, una misión para emergencias. En este último caso, Pablo indica que «nos envían un señal de emergencia y el satélite la revista a CNES, la Agencia Espacial Francesa».

En unos días Pablo regresará a Pontevedra, ciudad que no pisa desde enero. Sus padres, Pilar y Jesús, están muy orgullosos de su hijo y destacan que con la educación pública se puede llegar muy lejos. Algo que Pablo, que estudió en el IES Sánchez Cantón antes de su paso por la universidad, comparte.

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Pablo Sueiro Martínez, con el MTG, el Meteosat Third Generation, que se lanza en 160 días P.S.