«Levántome ás seis da mañá pero teño sorte, fago o que me gusta»

AFRICA

MARTINA MISER

El técnico cambadés apura quince días de vacaciones antes de regresar a un país que le ha enganchado

03 ago 2016 . Actualizado a las 09:48 h.

Llegó el pasado domingo y regresará el día 14. Apenas quince días de vacaciones porque el campeonato angoleño está en plena ebullición: comienza en marzo y se prolonga hasta diciembre. «Voltarei no Nadal», explica Blas Charlín (Cambados, 25-10-79), que afronta su cuarta temporada «exiliado» en el fútbol africano. Volverá sin problema porque se le ve muy emocionado con la experiencia que está viviendo allí. Confiesa que en el momento en el que le surgió la oportunidad de emigrar tuvo alguna duda pero que cada día que pasa se reafirma más en que tomó la decisión correcta.

Blas trabaja en la Academia de Fútbol de Angola, un centro privado que combina la labor puramente futbolística con la social. Hay 130 niños que están becados y que pueden alimentarse regularmente y completar su formación académica a la vez que practicar el fútbol. Con buenos resultados, además, porque la escuela se ha convertido ya en una referencia por su buen hacer y ha empezado a firmar convenios de colaboración con grandes clubes europeos como el Oporto. El cambadés dirige al cadete A y ejerce labores de ayudante tanto en el infantil como en el juvenil. «Levántome ás seis da mañá pero teño sorte, fago o que máis me gusta. Para min non é un traballo», resume.

Una labor que, al margen de las satisfacciones que le da en el día a día, tiene momentos especiales. Como el que vivió hace apenas unas meses con la participación en el Arousa Fútbol 7 con una selección de jugadores de la academia. Por un momento, Blas se emociona y su voz se entrecorta cuando recuerda lo vivido aquellos días por sus pupilos. «Foi marabilloso. Estou moi agradecido á organización do torneo e á xente do meu pobo. Para os nenos Cambados quedou como unha referencia. Cando falan de Europa, falan de Cambados», asegura. Charlín dice que el agradecimiento llega también desde los responsables de la entidad africana, «que quedaron encantados», asegura. Algo, que, afirma, «éncheme de satisfacción». Una experiencia que intentarán repetir siempre que las circunstancias lo permitan.

El futuro

A media temporada, parece difícil aventurar qué puede suceder en el próximo ejercicio pero, si de Blas depende la decisión, parece claro que el cambadés seguirá con el proyecto que comenzó hace ya casi cuatro ejercicios. «En decembro veremos que facemos, pero estou moi contento de traballar aquí. Non foi un paso atrás», insiste. La labor que él y sus compañeros están realizando tampoco está pasando desapercibida. En un país que ha apostado por el fútbol como un elemento integrador y que ayude a que los niños abandonen las calles, el proyecto que están desarrollando Blas y sus compañeros es una referencia.