Los coruñeses nacidos fuera de España formarían la cuarta ciudad de Galicia: «Siempre he sido uno más, nunca he sentido racismo»

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

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Anny Roscio, venezolana que vive en Sigüeiro, y Konrad Marrero, cubano que reside en Ribeira
Anny Roscio, venezolana que vive en Sigüeiro, y Konrad Marrero, cubano que reside en Ribeira

La comarca de A Coruña cuenta con el mayor número de extranjeros, con un total 53.182; Santiago, con 17.370, está segunda; pero aún así insuficientes para contener la sangría demográfica en la provincia

23 ene 2023 . Actualizado a las 23:12 h.

El número de residentes en la provincia de A Coruña que nacieron fuera de España sigue creciendo. Así lo demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Club Financiero de Santiago que, en su último informe de coyuntura económica, cifra el total en 103.699 personas. Solo tres ciudades, Vigo, A Coruña y Ourense, cuentan a día de hoy con más gente, lo que convertiría a esta comunidad llegada de todos los lugares del mundo en la cuarta más populosa de Galicia.

Según los datos provinciales, actualmente eses 103.699 inmigrantes equivalen al 9,3 % de la población total de la provincia coruñesa, porcentaje que varía según la comarca que se mire. Mientras que en la de A Coruña son el 13,1 %, con un total de 53.182 personas, en la de Muros suponen solo el 3,6, con 440.

Es el experto en Geografía Humana de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Carlos Ferrás Sexto, el que confirma que el saldo de migratorio de los últimos años es positivo, lo que evidencia que llegan más personas a Galicia de las que se marchan buscando fortuna en otras latitudes: «Isto vén impulsado polo programa Retorna da Xunta de Galicia, polo que chegan de volta galegos de varias xeracións. A eles hai que sumarlle os mozos que acoden ao noso país para estudar másteres ou emprender con novos negocios. Hai refuxiados de Venezuela, retornados en idades de xubilación e tamén inmigrantes en idade laboral atraídos polo mercado de traballo na agricultura, hostalería, pesca, servizos de coidados de anciáns e outros».

Aún así, explica que «o saldo natural é negativo, morre máis xente da que nace. Os inmigrantes non son suficientes. A fecundidade de fillos por muller en idade fértil é moi baixo, pouco máis de un fillo por muller cando precisamos superar os dous».

Mayor atractiva

Indica el profesor universitario que es el lógico que las dos comarcas que más gente extranjera atraen sean las de A Coruña y Santiago. Esto es debido a la mayor oferta laboral, de estudios y ocio. Así lo constatan los datos del INE, que colocan a la comarca de A Coruña, con 53.182 personas, como la más atractiva para la gente nacida fuera. Comenta que ese efecto de atracción de la ciudad herculina también se expande a las localidades más cercanas, que normalmente cuentan con alquileres más económicos.

En el caso de Santiago y su área de influencia, el porcentaje de extranjeros con respecto al total de la población es del 10,2 %, lo que supone 17.370 ciudadanos, un 2 % más que en el año 2010. En Ferrol, el número asciende a 8.745, aunque el porcentaje sobre la población total es solo del 5,8. Bergantiños y Barbanza son otras de las zonas que más gente foránea consiguen atraer, debido también a su mayor potencial económico.

Saldo vegetativo

Es el propio Ferrás el que confirma que, a pesar de que el número de inmigrantes que acaban viviendo en Galicia está creciendo desde el 2010 —pasaron de 82.466 a las 103.699—, es necesario que llegue más gente para salvar el saldo vegetativo.

Según los datos del INE, en la provincia nacieron 15.263 niños en 2020 mientras que fallecieron 32.822 personas. Faltarían 17.559 que deben nacer aquí o llegar de fuera para contener la sangría demográfica coruñesa.

Marrero, durante su etapa como presidente del club de fútbol de la parroquia de Palmeira
Marrero, durante su etapa como presidente del club de fútbol de la parroquia de Palmeira CARMELA QUEIJEIRO

Konrad Marrero, cubano que vive en Ribeira: «La gente de Galicia me ha recibido con los brazos abiertos, siempre he sido uno más»

Konrad Marrero (Cuba, 1977) es el claro ejemplo de que la vaca no solo es de donde nace, sino de donde pace. Nacido en la caribeña localidad de Santo Domingo, lleva en España «casi la mitad de mi vida. Cuando vine por primera a Galicia, con mi mujer, que es de aquí, me encantó. La gente de Galicia me ha recibido con los brazos abiertos, siempre he sido uno más. Nunca he sentido racismo, la gente me ‘fala galego', y claro que lo entiendo, pero soy vago para hablarlo», admite entre risas.

Que su adaptación a Ribeira, y concretamente a la parroquia de Palmeira, es total lo demuestra que incluso fue presidente de su equipo de fútbol. «Lo único malo es el clima, yo estoy acostumbrado, pero a la gente latina que viene del calorcito les choca. Eso lo que hace que no haya más cubanos aquí». Afirma que esa unión de naturaleza, mar y gastronomía que encontró en Barbanza lo atrapó: «Es una tierra perfecta para vivir. Extraño Cuba, claro, a mi familia, pero hay que saber cómo está el país. Hay escasez, no tienen ni medicamentos, las cosas se ponen peores cada día. Los jóvenes se marchan y la isla, en unos años, será solo de gente mayor. Todos emigran para los Estados Unidos. El sistema político está caduco, no sirve, ni hay libertad ni la economía funciona».

Si tiene que pensar en algo que eche de menos, afirma que «la comida de mi madre. Aquí la gastronomía es de otro nivel, pero como la de una madre no la hay». Admite el dolor cuando fallece un familiar y no poder estar allí: «Es muy duro, pero hay que seguir adelante».

Roscio llegó a Galicia hace cuatro años
Roscio llegó a Galicia hace cuatro años Sandra Alonso

Anny Roscio, venezolana que reside en Sigüeiro: «Volvería a mi país, lo amo, pero el gobierno fue la principal razón para salir de allí»

El caos político en el que vive Venezuela fue lo que motivó que Anny Roscio (Venezuela, 1991) cogiera las maletas para recalar en Galicia. Vecina de Sigüeiro, admite que «llevo ya cuatro años aquí. España me ha tratado muy, muy bien, no te voy a mentir». Afirma que sí ha tenido más problemas para convalidar sus estudios en periodismo, burocracia en la que lleva instalada ya más de dos años: «Al haber trabajado en canales de televisión y radio ha sido complicado encontrar trabajo en Santiago o A Coruña. Quizás pensar en una mayor estabilidad laboral sí me hace extrañar más mi país, pero bueno, la tranquilidad que puedo sentir en Galicia es una pasada. El ambiente me gusta, es tranquilo, la gente es un amor. Me hacen sentir como en casa».

Admite que «volvería a mi país, lo amo, pero el gobierno fue la principal razón para salir de allí. Me gusta todo de él, menos esos problemas». Sobre si recomendaría su nueva tierra a otras personas, reconoce que «ya lo hago. Se lo recomendaría a todos. A mí me gusta disfrutar de la naturaleza, y que mejor lugar para hacerlo que Galicia».

Sorprende también otro aspecto de Anny Roscio, su dominio de la lengua gallega: «Estoy estudiándola. Creo que para sumergirte mejor en una sociedad no hay nada mejor que conocer su idioma». «Considero que debería haber charlas para potenciar ‘a lingua, e que se inclúa a persoas de fóra. Que non teñan vergoña de falar e expresarse'», admite en un gallego perfecto, que choca con el poco tiempo que lo lleva estudiando.

La venezolana constituye la comunidad más populosa, con 40.000 personas

De las 254.146 personas nacidas en el extranjero que viven en Galicia, las que han llegado de Venezuela constituyen el colectivo más amplio, sumando 40.028. La mayoría corresponden a refugiados del régimen chavista que contaban con antepasados gallegos, retorno que se ha acelerado con la situación económica, política y social de un país que ha pasado de ser uno de los más ricos de América —cuenta con las mayores reservas petrolíferas del mundo— a un ejemplo de crisis social y económica que le hizo cerrar el 2020 con una inflación anual del 2.968 %.

La segunda comunidad extranjera en Galicia es la portuguesa. En este caso, al contrario que la venezolana, que pasó de 21.000 a 40.000 personas entre 2010 y 2021, los lusos están regresando a su país. En el 2010 había 26.080 viviendo en Galicia, mientras que en el 2021 —último año con datos cerrados— eran 18.827. El ‘milagro económico luso' es uno de los motivos, al que hay que sumar la crisis del ladrillo vivida en el 2008 en España, ya que muchos de los residentes en Galicia habían venido atraídos por los salarios de la construcción.

En tercer lugar se encuentran los brasileños, que son unos 17.900. Por continentes, de Europa hay 79.798 personas; de África, 19.397; de América, 147.677; y de Asia, unas 6.800 personas, destacando China, con 3.308.