«Los inicios en Chile fueron complicados, pero hago lo que me gusta»

Mariola Sarrió

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José Antonio Tarrió cuenta su experiencia en Santiago de Chile, destino al que ha emigrado por segunda vez

05 abr 2019 . Actualizado a las 12:32 h.

Jose Antonio Tarrió, natural de A Sionlla, es actualmente profesor de Geodesia y GPS en la universidad de Santiago de Chile. En 2013 emigró por primera vez al país latinoamericano para llevar a cabo un proyecto de una autopista con la constructora gallega en la que trabajaba pero en abril de 2015 regresó a Galicia. En octubre de ese mismo año se volvió a ir, esta vez y debido a que posee un Doctorado, como profesor universitario.

Vive en Santiago de Chile a día de hoy, una ciudad que actualmente cuenta con siete millones de habitantes, algo que «la diferencia claramente de Galicia». «Es una ciudad segura, con cosas buenas y malas», añade.

«Los inicios fueron complicados», explica José, ya que tanto para trabajar pero sobre todo para ejercer como profesor tuvo que realizar muchos trámites burocráticos. «Cuando me fui como profesor tardé cinco meses en cobrar debido a la legalización inicial del Doctorado».

Entre los encantos de Chile, José destaca el desierto de Atacama, el más árido del mundo, que contrasta con cualquier rincón de Galicia. También subraya el paseo en barco que se puede hacer en la ciudad de Valdivia así como el pueblo de San Pedro de Atacama, que refleja la cultura preshispánica.

«Relativo a lo que me disgusta de donde vivo, creo que no hay mucho que decir, lo que sí que ocurre es que cuando sales de España te das cuenta de lo poco que se valora el sistema sanitario y de salud, en Chile hay sistema público pero la mayoría de la gente emplea el privado por un tema de calidad; esa parte sí se echa de menos», cuenta.

La primera vez decidió emigrar por una cuestión de continuidad laboral con la empresa en la que trabajaba y cuando regresó a Galicia en 2015, le propuso a su empresa invertir en I+D, nuevas tecnologías y drones. «Pretendía hacer lo mismo que había hecho en Chile para generar toda la cartografía de la autopista con un coste mínimo para la empresa, pero no tuve demasiado éxito en la solicitud. Esa nula proyección a largo plazo, hizo que me interesase por la plaza en la universidad».

Cuenta que las opciones de volver a Galicia tras haber obtenido una plaza de profesor en una de las universidades más prestigiosas de Chile «se hacen remotas». 

«Esto me produce cierto dolor, ya que el estado invierte y prepara a nivel de Doctorado pero después ese recurso humano lo aprovechan otros países». Explica que se siente afortunado, ya que a pesar de que tuvo que emigrar en dos ocasiones, «en ambos casos fue para hacer lo que me gustaba».

«Chile es un país sísmico y las mediciones con GPS era y es algo necesario a nivel de ingeniería y a nivel de investigación, como doctor ahora lo hago, lo enseño, lo aplico y, sobre todo, tiene repercusión», concluye.