Talento gallego: el conocimiento que compartimos con el mundo

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

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Son marca Galicia: profesionales de la tecnología, el arte, investigadores, médicos o ingenieros que desarrollan lejos sus profesiones. Lo hacen en plenitud porque ya son globales. ¿Regresar? Siempre está en sus planes: quieren que sus ideas vuelvan de forma directa a su país

24 may 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

Emigrantes son aquellos que se fueron por necesidad a principios del siglo XX. A los que no les quedó más remedio en los 60 e incluso los que forman el éxodo de jóvenes que han dejado Galicia en los últimos años por la crisis. Pero lo cierto es que Galicia tiene también un enorme potencial de talentos en el exterior cuyas circunstancias son distintas. Son los mejores en lo suyo. Han llegado a la cima de grandes empresas e instituciones y su retorno es complicado. Quieren trabajar en casa, pero su desarrollo profesional lo convierte a día de hoy en casi un imposible. Hablamos de talento global, de conocimiento con sello gallego para el mundo. Son profesionales de la medicina, de la tecnología, incluso del arte.

Algunos viven con la maleta a cuestas. Otros hace tiempo que la tienen guardada en sus países de residencia. Es el caso de Andrés Rodríguez Lorenzo. Como jefe de cirugía plástica en Uppsala, Suecia, referente en su ámbito, cuenta las operaciones al año por miles. «Para mí salir de España ha sido enriquecedor. Veo otras formas de trabajar, me he rodeado de gente mejor que yo. Mi mentor en Taiwán fue el doctor Fu Chan Wei, uno de los cirujanos plásticos más influyentes de la historia y pionero en microcirugía».

Lo de Diego González Rivas, cirujano torácico, riza el rizo. Recorre el mundo dando formación. Para él estar dos semanas en un país ya es mucho. «No sabes lo que enriquece el contacto con otros médicos. Incluso conocer técnicas que realizan en países con menos medios. Amo mi casa, pero a nivel profesional no puedo parar». Es una perspectiva global, un punto de vista que también existe en otros ámbitos. Las gemelas Eva y Marta Yarza (1988) pertenecen a la generación de «la prosperidad, antes de que todo se fuese al traste». Son diseñadoras, con estudio propio en Londres, ahora ven cómo la industria española está «subiendo», pero sus clientes no entienden de fronteras. «Venir a Reino Unido no ha sido fácil, pero si la intención es hacer algo creativo, recomendamos salir. Nosotras entramos en contacto con las vanguardias creativas y formar parte de eso, no como espectador, sino como productor, ha valido la pena». Lo dicen desde su oficina al lado del Big Ben, deseando tener a la moda gallega entre sus clientes.

El pontevedrés Manuel Cortizo, como profesional del gigante Microsoft, nunca ha visto viajar «como un impedimento. Es lo más enriquecedor. Trabajo con compañeros de otros países. En red si estamos en diferentes puntos del mapa. Mi caso no es una fuga de talento. Es un aprendizaje que no puedo obtener de otra manera». De forma parecida piensa el vigués David Lago. Ingeniero de Telecomunicaciones, ha cambiado en seis años varias veces de trabajo en EE.UU. «Es lo normal en el sector software. Para mí la motivación para salir fueron las nuevas oportunidades. Soy afortunado por trabajar con gente muy buena: China, India o Tíbet».

Las creaciones musicales de Nico Casal tampoco entienden de fronteras. Hace música para el mundo: publicidad, cine y en breve su propio proyecto en solitario.

Marta Rey es investigadora en Google. Lo suyo es la experiencia del usuario. «Ayudamos a decidir a quién dirigirnos, qué producto se debería crear o cómo los usan los usuarios». Se considera una «trotamundos muy gallega». «En Google siempre digo que si montamos algo de tecnología en España, me voy a desarrollar la parte de experiencia del usuario», dice entre risas. Sobre regresar a otra compañía, es consciente de que su profesión «es nueva para muchas empresas». Aun así, reivindica su tierra. «En mi trabajo me he encontrado con profesionales españoles como la copa de un pino. ¿Por qué no nos creemos más todo lo que valemos?».