«Me voy a Australia»

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

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XOÁN A. SOLER

Jóvenes gallegos preparan las maletas para labrarse un futuro en las antípodas

23 oct 2014 . Actualizado a las 13:34 h.

Paula González vuela mañana hacia Melbourne con su pareja, el italiano Luigi de Ritis. Para marcharse han tenido que rascarse el bolsillo: 8.586 euros, la diezmilésima parte de su ilusión. En billetes de avión se les van 1.700, y como son solo de ida, «el fin de semana hubo bastantes lágrimas», afirma Paula, aunque la palma en esto se la lleva Luigi: «Es que vino mi madre de Italia, y las madres italianas son tremendas. Me dijo que estaba loco». No volverán hasta dentro de 18 meses, pero contarán su peripecia en el blog Operación Canguro.

Luigi es economista y ve en esta salida «la oportunidad» que en Europa no encuentra. Al fin y al cabo, argumenta, «en Galicia estoy de mozo de almacén». El 5 % de paro en destino es un buen espaldarazo para ambos, que son la avanzadilla de una nueva generación de emigrantes a la que Inglaterra y Suiza se les quedan pequeñas. El año pasado todavía recalaron 918 de nuestros jóvenes en el país helvético, el destino estrella por delante de Venezuela (616) y Portugal (487). Pero ya hubo 66 gallegos que cruzaron el mundo hasta Oceanía.

«Yo me he hartado de fregar platos en Australia, pero ha sido la mejor experiencia de mi vida. Aparecen buenas oportunidades, no como en España, y puedes intentar el viaje si juntas unos cuatro mil euros, billete de avión incluido». Juanfe Luque, que ofreció una charla en el Kunsthalle de Santiago para decenas de jóvenes gallegos interesados en probar fortuna en las antípodas, lleva dos años y medio en Oceanía y ahora relata su experiencia y aclara dudas como agente de la firma AussieYouToo, una de las muchas agencias australianas que asesoran gratis a los españoles que desean emigrar a ese país.

Australia «es una gran oportunidad», pero para ganar «una pasta» hay que empezar desde abajo. La vía de acceso más sencilla es un visado de estudiante, que da derecho a trabajar 20 horas. «Con esas 20 horas se puede vivir bien -dice-, mejor que con empleos similares en Galicia». Pero los inicios, aun para los más cualificados, serán «como friegaplatos, jardinero o canguro; que ya es curioso trabajar de canguro en Australia».

¿Y a dónde deberían irse los gallegos que deseen probar suerte? La elección no es sencilla en un país que tiene 22 millones de habitantes en un territorio del tamaño de Europa. Para cruzar el desierto, «el Gobierno te obliga a llevar siete garrafas de gasolina en el coche», ilustra el agente. Una opción es Perth. «Está de moda, hay pocos españoles, es cara aunque se cobra bien... y hay tiburones», avisa el ponente. Risas antes de una lluvia de preguntas. La primera, al grano: «¿Pero es como lo de Inglaterra o Alemania, que te venden humo y luego es todo cuento?». La respuesta es no. «Se pueden ganar ocho mil pavos al mes -sentencia Juanfe-, pero para eso hay que trabajar unos cuantos años».

A la compostelana Marta Pérez, diplomada en Turismo, le atrae «la idea de la aventura». Lucía, de Pontevedra, e Irene, de A Coruña, son hosteleras. «Vengo de Abu Dabi -explica Lucía-, y no estaría mal probar suerte ahora en Australia». A Irene es el país que más le atrae, «junto con Estados Unidos», por las perspectivas laborales y la posibilidad de aprender inglés. Con todo, le darán una vuelta más al asunto antes de hacer el equipaje.