El presidente de Uruguay llama a los empresarios gallegos a invertir en su país

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Feijoo, que visitó con el mandatario sudamericano el puerto exterior coruñés, ve fundadas esperanzas para el naval

04 jun 2013 . Actualizado a las 11:42 h.

«Invito a los gallegos a agrandar el horizonte, ¿por qué les vamos a dejar la cancha libre a los gringos y a los chinos? ¿Por qué solo pueden ser grandes ellos». Esta fue la frase que pronunció ayer el presidente uruguayo, José Mújica, durante un almuerzo con empresarios en Santiago. Arropado por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, y el líder de la patronal, Antonio Fontenla, el mandatario sudamericano animó a los gallegos a invertir en su país, a buscar alianzas con el empresariado uruguayo como fórmula inteligente de crecimiento en un mundo globalizado «que no tiene marcha atrás», dijo. Una invitación que recogió el propio Feijoo, quien insistió en la posibilidad de explorar nuevas oportunidades de negocio en sectores como el naval o las energías renovables, dado que Galicia cuenta con un tejido industrial competitivo.

Previo al almuerzo en Santiago, el presidente gallego y el máximo mandatario uruguayo visitaron las instalaciones del puerto exterior coruñés, acompañados por la ministra de Fomento, Ana Pastor. «Aspiramos a crear un puerto de aguas profundas», precisó José Mújica tras visitar la dársena y asistir a una presentación sobre la ejecución del proyecto de Punta Langosteira a cargo del presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada. El mandatario uruguayo recordó que la iniciativa de una dársena de aguas profundas en Uruguay data de 1940 y que ahora aspiran a crear un puerto para mercancías. Esta dársena comercial, la mayor obra pública en décadas en Uruguay, arrancará en el 2015.

En A Coruña, Mújica reivindicó el papel estratégico de los acuerdos regionales en un mundo cambiante. Sobre los proyectos concretos entre Galicia y Uruguay, recordó que algunos están más definidos y otros dibujándose, dijo, sin precisar más detalles. Núñez Feijoo ve fundadas esperanzas del naval en Uruguay, que decidirá contratos por más de 50 millones.