Al jíbaro gallego le falta arraigo

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Cora Peña y Antonio Abreu viajaron a la selva de Perú para rodar «Apash, os de fóra» sobre Alfonso Graña. Abreu intentó traer al jíbaro a Galicia, pero no pudo superar la aduana en Lima

28 dic 2012 . Actualizado a las 22:46 h.

Inició el viaje ansioso de conocer sus raíces gallegas. Salió de la selva de la Amazonia peruana donde lleva viviendo 80 años y se fue a un hotel de Lima. Allí Alfonso Graña, el hijo del emigrante gallego del mismo nombre que habría sido líder de los jíbaros en los años veinte del siglo pasado, estuvo dos semanas esperando por el permiso de la Embajada española para venir a Galicia. Lo había invitado el pontevedrés Antonio Abreu, que fue a verlo a la selva varias veces, y explica: «Le dijeron que no tenía arraigo allí y sospechaban que podía venir a Europa para quedarse». Fue «por un error, un problema de la embajada y que él se cansó de estar en el hotel, dijo que no aguantaba más y que se volvía a la selva».

En el último viaje a la Amazonia peruana, Abreu estuvo acompañado de la realizadora Cora Peña, quien, con el patrocinio de TVG, elaboró el documental Apash, que en la lengua de los jíbaros significa «los que vienen de fuera». En los últimos premios Mestre Mateo este trabajo de 88 minutos fue finalista y ahora «está colgado en la web del Culture Unplugged Festival, un festival on-line impulsado desde la India, Estados Unidos, Indonesia y Nueva Zelanda», indica su realizadora.

Aunque Alfonso Graña tiene un cierto protagonismo en Apash, ya emitido por TVG, el trabajo «está centrado en la cuestión indígena, en su lucha por la pervivencia como pueblo», ya que se enfrentan a hechos como la llegada de carreteras para cuya construcción «están entrando sin pedirles permiso». La realizadora ha recogido numerosos testimonios de indígenas que abogan por la conservación de su territorio y piden ayuda para ello.

Graña confiesa en el documental que quisiera «preguntarle a otra gente mayor» por su padre, emigrante ourensano de Amiudal (Avión), «pero ya no queda gente mayor». Cora Peña recogió los testimonios de unas parientes de Graña que viven en Iquitos. De todos ellos, Abreu ha pedido pruebas de ADN que coinciden con las de Alfonso Graña.

La realizadora sostiene en su trabajo que sería poco probable que el emigrante que se casó con la hija del rey de los jíbaros llegara a ser el rey, tal y como lo había bautizado Víctor de la Serna en un artículo publicado en 1935 en el diario Ya. Y es que, según Cora Peña, estos indígenas no se basan en el reinado sino en la autoridad de las personas mayores.

Sobre el fallido viaje de Graña a Galicia, relata que es algo habitual: «Uno de los líderes indígenas fue invitado por Naciones Unidas para hablar del conflicto con la compañía minera del que se habla en el documental y que atenta contra el cerro sagrado de Kumpanán, el santuario más importante para la cultura awajún. No lo dejaron salir».

Además, otro gallego, Manuel Ons, que presidió la peña barcelonista de Tui y ahora se encuentra en Buenos Aires, envió a Abreu imágenes de los niños de las comunidades jíbaras, yutupis y awajún de la Amazonia, con camisetas del Barcelona donadas por la fundación del equipo de fútbol.