Los populares recibieron prácticamente los apoyos de la mitad de los electores en el exterior que depositaron su voto
30 oct 2012 . Actualizado a las 11:44 h.La emigración no ha cambiado el resultado de las elecciones autonómicas como había ocurrido en el 2009, cuando el PP perdió uno de sus parlamentarios en Ourense, que pasó a manos del PSdeG.
En esta ocasión, los populares recibieron prácticamente los apoyos de la mitad de los electores en el exterior que depositaron su voto. Las listas del PP obtuvieron 6.374 papeletas, venciendo claramente en las cuatro provincias y sumando el 49,3 % de los votos recibidos desde el extranjero. El PSOE se quedó como segunda fuerza en todas las provincias, como ocurrió con el voto interior, al contar con 3.870 apoyos (29,9 %), mientras que Alternativa Galega de Esquerda (AGE) superó al BNG en tan solo 14 papeletas, con 617 votos (4,7 %).
El Bloque sumó 603 papeletas en toda Galicia (4,6 %) y superó a las candidaturas de la coalición liderada por Xosé Manuel Beiras en Lugo y Ourense, aunque en esta última provincia la tercera fuerza resultó ser el partido de Mario Conde, con 144 adhesiones. La formación del exbanquero contó en Argentina con el apoyo del militante del PP Alfredo Enríquez Badas, que llegó a ser candidato en Bande, y que ahora optó por Conde al asegurar que «es la pera limonera».
Abstención del 70 % en el 2009
En todo caso, lo más destacado respecto al voto exterior, que fue contabilizado el lunes 29 en las cuatro provincias, fue la baja participación que finalmente registró. Aunque 30.526 electores habían solicitado votar previamente, trámite denominado voto rogado y que afectaba por primera vez a las autonómicas gallegas, solo enviaron sus papeletas o votaron presencialmente en los consulados 12.926, es decir el 3,25 % de los emigrantes gallegos con derecho a voto. El resto, 384.456 (96,75 %), o no registraron su inscripción previa, o no la utilizaron finalmente. En las elecciones autonómicas del 2009, en las que no existía el voto rogado, participaron 101.708 emigrantes, el 30,3 % del censo exterior existente en aquel momento.