Paellas con sabor gallego en la Gran Manzana

Olga Suárez - Redacción digital

ACTUALIDAD

Rosendo Fernández, nacido en Tomiño y propietario de varios restaurantes españoles en Nueva York, ha montado un puesto de comida española junto a dos socios valencianos.

11 ago 2011 . Actualizado a las 14:46 h.

Los estadounidenses adoran la comida española. Y cada vez la conocen más. La filosofía de las tapas ha dado la vuelta al mundo y a todo ciudadano del planeta le encanta acompañar su consumición con unas croquetas, un pincho de jamón serrano, langostinos, boquerones o vieiras a la plancha. Estos platos son la especialidad del Café Español de Greenwich Village, regentado por Rosendo Fernández. Este emigrante gallego nacido en Taborda (Tomiño, Pontevedra) empezó a trabajar de camarero con 17 años en este local, que regentaba otro emigrante, y terminó comprándolo cuando su dueño retornó a Galicia tras los atentados del 11 de septiembre. Unos años más tarde, Rosendo se asoció con dos hermanos valencianos para abrir el segundo Café Español en Carmine Street y un restaurante Mexicano. Ahora, los tres socios han emprendido una nueva iniciativa que está causando furor en el centro de Nueva York: un puesto donde cocinan a la vista del público paellas que la gente consume en la misma calle.

Desde el inicio de la primavera y hasta el mes de noviembre la ciudad vive en la calle, cada fin de semana se celebran fiestas y proliferan los puestos de comida de todo el mundo: italiana, china, americana... Pero hasta hace poco faltaba la española. Rosendo, Pablo e Ignacio Manso decidieron suplir esta ausencia y sacar a la calle los fogones: «Empezamos con una paellera de 80 centímetros a cocinar el sofrito y la gente alucina con el show, de manera que forman cola y esperan a que se cocine para probarlo», relata. A la gente no solo le gusta su sabor sino que les llama la atención la forma de cocinar y el aspecto final de uno de los platos más universales de la cocina mediterránea. «Y al final, se quedan conquistados con el sabor, nos rodean, nos hacen fotos... Para los turistas es una atracción más de Nueva York», comenta Rosendo. Y la materia prima es de calidad. «La mayoría de los mariscos, los calamares y el pulpo los importamos de Galicia, y el pimentón y el azafrán también vienen de España», explica. El puesto se monta todos los fines de semana del verano y se mantendrá hasta que vuelva el frío invierno.

La idea ha tenido tan buena acogida que estos tres emprendedores han creado una empresa exclusivamente para ella: Paella to go NYC. Venden unas 450 raciones diarias de paella, además de churros, empanadillas, croquetas, chorizo y tortilla. Y siguen pensando nuevas ideas para potenciar el concepto de ofrecer comida española a domicilio en Nueva York.