«Quiero hacer Ciencia en mi país, a poder ser en Galicia»

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El biólogo Roberto Carlos Agís no pierde la esperanza de conseguir reconocimiento en su país, tras emigrar hace ocho años, primero a Chicago y después a Alemania.

30 nov 2009 . Actualizado a las 18:17 h.

La cosa no está fácil para los investigadores en España, mucho menos en Galicia. Hace diez años, a punto de acabar la carrera de Biología en la Universidad de Santiago, especializado en Biología Molecular y Biotecnología, Roberto Carlos Agís Balboa pensaba en qué hacer después, ante el panorama de «un joven que acaba la carrera se va de cabeza al paro y siente que lo que ha estudiado no le vale para nada». Pensó en comenzar por mejorar los idiomas en New Jersey, Estados Unidos, donde vivía un primo. Sin embargo, la orientación de uno de sus profesores, Héctor Caruncho, fue clave en su aventura americana y le abrió las puertas a la posibilidad de trabajar para el Psychiatric Institute de la Universidad de Illinois, en Chicago. Así empezó la historia migratoria de este investigador de Dorrón, una parroquia de Sanxenxo, nacido en una familia numerosa en la que otros familiares ya habían optado por la opción de la emigración a diversos lugares del mundo, como Argentina, Cuba, Estados Unidos o Suiza.

Su aventura en Estados Unidos se extendió durante seis años y tres meses, época en la que pudo constatar en su propia piel las diferencias entre su país de origen y de residencia en el ámbito de la investigación. «En Estados Unidos, si uno vale y trabaja, es valorado y tiene la posibilidad de crecer profesionalmente. Hay mucho más dinero para la ínvestigación y se pueden cumplir objetivos», explica. Critica lo poco que se invierte en España en I+D+I y el «enchufismo: los que suben no son siempre los mejores, sino los que tienen mejores contactos». Roberto se doctoró durante su estancia en Estados Unidos y también aprovechó todas las oportunidades que se le brindaron para publicar en revistas científicas. A nivel personal, también estableció vínculos muy fuertes en Chicago; «Allí crecí como persona y profesional, tengo algunos de mis mejores amigos y lo más importante, mi mujer, Luz María».

Pero su deseo de regresar algún día a España y poder dedicarse a la investigación en Galicia hizo que cambiara su destino a un lugar algo más cerca, Alemania, «un país puntero en ciencia y que suponía un billete de vuelta a España». Y es que una de las únicas cosas que tiene claras es que «quiero hacer mi vida y ciencia en mi país, y a ser posible en Galicia». El próximo año aún seguirá en Goettingen, trabajando para el European Neuroscience Institute. Pero ya mira la posibilidad de conseguir una beca Ramón y Cajal o similar y poder establecerse de nuevo en su tierra. Sabe que no es fácil, que «en Galicia y en España miran más el salario que cobras que lo que puedes hacer y no apuestan a largo plazo por la ciencia», pero tiene claro que su futuro está Galicia con su mujer, que aún vive en Chicago.