Los hijos de la diáspora buscan un escaño en el Parlamento

Efe

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Sus padres se vieron obligados a dejar Galicia y hoy ellos aspiran a representar a sus conciudadanos.

07 mar 2008 . Actualizado a las 19:44 h.

Sus padres se vieron obligados a dejar Galicia y hoy ellos aspiran a representar a sus conciudadanos en el Parlamento. Son candidatos a las elecciones generales del próximo domingo 9-M e hijos de emigrantes gallegos que aspiran a ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados o en el Senado.

Entre ellos, la candidata número dos del BNG por Ourense, Tereixa Paz, actual vicepresidenta del Parlamento de Galicia, vivió en Lucerna (Suiza) de los 5 a los 13 años.

Paz confesó a Efe que al igual que muchos otros gallegos, su historia se parece a la de la película «Un Franco, 14 pesetas», dirigida por Carlos Iglesias, sobre la vida de unos emigrantes en Suiza y sus problemas de integración a su regreso a España.

Subrayó que conserva muchos recuerdos y el conocimiento del idioma alemán, consideró que no tuvo grandes problemas para integrarse en Galicia ya que hablaba castellano y gallego, pero observó las dificultades que sí encuentran muchos otros emigrantes.

Así, precisó que sus padres regresaron inicialmente en 1978 pero tuvieron que volver a Suiza en 1981 ante la falta de empleo, y destacó que, como ellos, muchos otros emigrantes se enfrentan a la ausencia de ofertas profesionales ajustadas a su capacidad.

Señaló que los hijos de emigrantes que estudiaron en otros idiomas «tienen más dificultades de comunicación y más problemas para adaptarse y encontrar un puesto de trabajo a su medida», aunque observó que la situación está cambiando y que ahora «se valora más el conocimiento de lenguas extranjeras» y la cualificación.

Sin embargo, opinó que «las fuerzas políticas se limitan a menudo a considerar -a los emigrantes- como un filón para las elecciones», y abogó por favorecer políticas «dirigidas a propiciar el retorno de aquellos que quieran volver» a Galicia.

Esther Couto, diputada del PSOE y candidata a la reelección, nació en Montevideo y permaneció en Uruguay hasta los 7 años, cuando sus padres regresaron debido a la muerte de su abuelo.

Couto, que también se ocupa de los problemas sociales en el Ayuntamiento de Ordes, expresó a Efe su satisfacción por el trabajo de diputada, una labor que en su opinión tiene una «percepción distorsionada» entre la opinión pública.

Indicó que cuando recientemente visitó Montevideo, en una gira que incluyó también Buenos Aires como parte de una «campaña» entre los emigrantes gallegos, visitó la zona en la que discurrió parte de su niñez y dijo que le «despertó recuerdos».

Para Couto, Galicia, como España en general, tiene una «deuda pendiente con la emigración» y lamentó que el voto de la diáspora sea utilizado de manera partidista, porque «los gallegos son bastante respetuosos» con los emigrantes, dijo.

«No hay conflictos sino en todo caso roces de convivencia», dijo la diputada y abogó por políticas de integración y por facilitar medios a los ayuntamientos con ese fin, ya que observó que hay muchos municipios que albergan a familiares de emigrantes y personas que han vivido en el exterior.

El profesor de Economía de la Universidad de Vigo en el campus de Ourense Jesús Vázquez Abad nació en Nuremberg (Alemania), donde permaneció un año. Posteriormente, sus padres lo llevaron al municipio orensano de Ribadavia, lo dejaron a los padrinos y regresaron de nuevo a trabajar durante seis años más en territorio alemán.

Vázquez Abad, que aspira con el respaldo del PP a ocupar un escaño de diputado, señaló a Efe que apenas tiene recuerdos de Alemania pero, como experto economista, opinó que Galicia está a «años luz» de ese país en muchos aspectos y observó que no se puede comparar «ni a nivel macroeconómico y microeconómico».

Observó que en Galicia «salvo Citroen, Inditex y algún astillero, el resto son microempresas» que difícilmente pueden afrontar una competición internacional.

Señaló a Efe que Galicia necesita «converger a un ritmo más acelerado» para poder llegar a situarse a un nivel europeo que le permita equipararse a Alemania.

Abad lamentó que Galicia «quizá no tiene toda la sensibilidad que debería» con el tema de la emigración y consideró necesario un mayor esfuerzo, especialmente en favor de los emigrantes en países de Sudamérica donde «todavía hay muchos gallegos que pasan hambre».

Marta Estrada, candidata del PSOE por Pontevedra a diputada, nació en Guinea Ecuatorial en el seno de una familia de colonos españoles y vivió allí hasta los 7 años, aunque con periodos de estancia en España. «Éramos como golondrinas que iban y venían», dijo a Efe.

Su abuelo, originario del pueblo orensano de Quintela de Leirado, emigró primero a Lisboa y posteriormente a ese país africano en donde instauró una amplia plantación de cacao y café.

Estrada señaló a Efe que todavía guarda recuerdos del olor intenso de esa zona tropical, del colegio sin paredes o de las meriendas con los niños y niñas negras de la plantación.

Estrada, que confía en poder ejercer de diputada, lamentó que haya partidos políticos que «siembran discordia» con los inmigrantes «acusándoles de sacarle puestos de trabajo a los españoles o de ser delincuentes».

Al contrario, destacó que «los emigrantes están ayudando a pagar las pensiones o hacen trabajos que no quieren hacer los españoles» y, pese a lo que algunos políticos puedan decir, «muchos españoles les confían a sus abuelos o hijos».

Estrada subrayó que los inmigrantes se han convertido en muchos hogares en las encargados de ocuparse de niños y niñas más pequeños o de las personas mayores con dificultades de movimiento, y concluyó que «si son ellos los que más nos ayudan precisamente con esos seres tan queridos, cómo no podríamos confiar en ellos».