Su madre y tres de sus forjadores detallan cómo fue su formación: «Los teléfonos echaban humo tras el mvp en la Liga Promises, pero él no lo sabía. Se vuelven todos locos y no deja de ser un niño que se le da bien el fútbol», dice Caty Gómez
Viene de un infierno: «Debido al daño que tenía en la rodilla al romperme por segunda vez, me hicieron una operación con ligamentos de donante, pero uno de esos no lo acepté»
En el clan del extremo canario, el éxito en el fútbol es cosa de mujeres: su tía abuela fue pionera de un deporte en el que destacan dos de sus hermanas