Galicia recupera el talento de la emigración

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

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El programa busca hacer retornar el talento de los jóvenes gallegos que se vieron obligados a hacer las maletas hace cinco o seis años al tropezar con la crisis
El programa busca hacer retornar el talento de los jóvenes gallegos que se vieron obligados a hacer las maletas hace cinco o seis años al tropezar con la crisis SANDRA ALONSO

Cien personas procedentes de 16 países estudian un máster en las universidades gallegas gracias a las becas Excelencia Xuventude Exterior de la Secretaría Xeral de Emigración

09 dic 2017 . Actualizado a las 18:38 h.

En casi cualquier lugar del mundo hay un gallego. Puede ser que hiciese las maletas hace cinco o seis años al acabar de formarse y tropezarse de bruces con la crisis. Puede ser que el equipaje lo empaquetase en los 60 para irse a Suiza o al Reino Unido a trabajar. Puede que ya no esté, porque el barco a las Américas lo cogió a principios del siglo XX. Pero que haya dejado allende mar a sus hijos y a sus nietos, que siguen sintiéndose y ejerciendo de gallegos. En cualquier lugar del mundo hay un gallego. Y un gallego de talento. La Secretaría Xeral de Emigración se decidió este año a recuperar ese potencial esparcido por la Tierra. Lo hizo a través de un programa de becas para que los expedientes más brillantes regresen aquí para estudiar un máster. La primera convocatoria dejó 184 solicitudes de personas de veintidós países diferentes, casi el doble de peticiones que de becas se ofertan, alrededor de un centenar cada año.

Los cien mejores ya han vuelto. Han venido de 16 países diferentes, aunque ganan, por goleada, los llegados de Latinoamérica, donde la emigración fue masiva hace un siglo: seis de cada diez becados provienen de tres países: Argentina, Venezuela y Brasil. Pero también han retornado gallegos de Alemania, Chile, Chipre, Costa Rica, Cuba, Francia, México, Panamá, Perú, Polonia, Reino Unido, Suiza y Uruguay.

El programa busca hacer retornar el talento esparcido por el mundo para que acaben de especializarse en ámbitos necesarios para el tejido productivo gallego y, sobre todo, que fijen su residencia aquí, en Galicia. Y tendrá continuidad. La Xunta quiere atraer a Galicia cada año a los cien emigrados más brillantes. La segunda convocatoria del programa se publicará muy pronto, a inicios del próximo año.

Para ello, se concede a cada beneficiario una ayuda de 7.000 euros si retorna desde un país europeo para cursar un máster de 60 a 72 créditos, y de 7.650 euros si regresa desde cualquier otro país. Si el máster es de 90 créditos, la ayuda asciende a 10.500 euros para beneficiarios europeos y 11.475 para no europeos. Es decir, la Xunta financia la matrícula en el posgrado, pero también el viaje, la estancia y la manutención de los beneficiarios. En total, la Xunta invertirá este año y el que viene 831.675 euros en el programa de becas. El 25 % son para retornados de Venezuela, con un importe total de 210.375 euros.

En las tres universidades

Los beneficiarios de la ayuda se han repartido entre las tres universidades gallegas. La mayoría, 35 en cada caso, están cursando un máster en las universidades de Vigo y Santiago, mientras que la Universidade da Coruña acoge a 30 participantes en el programa de retorno de talento. En cuanto a los campus, el que más retornados tiene es el de Vigo, con 33 personas, seguido del de Santiago, con 29 becados, y el de A Coruña, en el que estudian 25 beneficiarios. También hay seis participantes en Lugo, cinco en Ferrol y dos en Ourense.

Los posgrados que están estudiando responden a necesidades del mercado laboral gallego. Así, algunos de ellos se han decantado por el ámbito del comercio internacional, mientras que otros han optado por la finanzas, el desarrollo económico y la innovación, la contabilidad o la dirección y administración de empresas y de pymes.

También hay varios retornados que se están especializando en gerontología, discapacidad y dependencia, nutrición y seguridad alimentaria y otros que se han decantado por la traducción multimedia y los estudios ingleses, así como por el asesoramiento jurídico empresarial y la prevención de riesgos laborales y el turismo. Hay estudiantes de ingeniería de automoción, geoinformática, ciencia y tecnología agroalimentaria y ambiental además de tecnologías y gestión ambiental.

«El máster y la beca están bien para tener más conocimiento teórico»

Su abuelo, originario de A Estrada, emigró a Brasil y, aunque su padre nació en Galicia, también se trasladó a São Paulo cuando aún era un niño. Así que Marcelo Daparte es gallego de tercera generación en Brasil. Desde hace unos meses vive en Santiago, a donde llegó becado con el programa de la Secretaría Xeral de Emigración para hacer un máster en Big Data en la Escola Técnica Superior de Enxeñaría de la USC. «El secretario xeral vino a dar una charla sobre las ayudas». Él sabía ya que iba a trasladarse a Santiago, porque su mujer había conseguido una beca Marie Curie. «El máster y la beca me parecieron bien para tener más conocimiento en la parte teórica» y aunque al principio no sabía bien cómo iba a funcionar, «la verdad es que está genial», explica. «Es distinto», dice cuando se le pregunta sobre la formación universitaria en Galicia. Es distinto porque en São Paulo «está más enfocado a la producción» y al ámbito financiero. De hecho, él ha trabajado ocho años en ese sector, y este máster «está más enfocado al análisis y a buscar soluciones. Entré justo en ese punto», el de la investigación y la teoría.

«Vivir otra cultura te aporta muchísimo» y eso no se aprende en la universidad, dice este gallego con pasaporte de Brasil. Ya conocía Galicia, había estado de visita, y creció en estrecho contacto con la comunidad gallega de São Paulo. «Galicia y Brasil son semejantes». Y ya le habían advertido que iba a tener frío en invierno, «pero no hay queja», dice entre risas.

«Foi unha decisión difícil, pero era unha boa oportunidade para volver»

La historia de Maite Tasende (Arzúa, 1989) es la de muchos jóvenes gallegos a los que golpeó la crisis al terminar la carrera. «Debido á situación pola que estaba pasando España cando rematei a carreira, decidín marchar para Alemaña e así buscar traballo ao mesmo tempo que me seguía formando aprendendo un novo idioma». La decisión, confiesa, no fue fácil, pero hizo las maletas y empezó una nueva vida «pero o que tiven sempre claro é que, no momento no que tivese unha oportunidade para volver, aproveitaríaa». Esa oportunidad llegó con las ayudas de la Secretaría Xeral de Emigración, que descubrió su marido. «Sóuboo a través de Linkedin, chegoulle unha mensaxe informándoo do programa», explica Maite, que reconoce que «nun principio pensámolo moito, foi unha decisión difícil, pero logo cremos que era unha boa oportunidade para volver a Galicia». De todos modos, la de vivir en el extranjero es una experiencia que Maite recomienda a todo el mundo, porque «achega moitas cousas positivas». Ella llevaba cuatro años trabajando en Proto-Technik, una empresa que se dedica principalmente al sector de la automoción. Gracias a la ayuda de la Xunta, Maite está estudiando un máster en Enxeñaría de Automoción en Vigo, donde la firma para la que trabaja acaba de abrir una sucursal, «o cal me deu a oportunidade de seguir traballando con eles en Galicia» a la vez que se aprovecha de la principal ventaja que le ve al programa: «A oportunidade de seguir formándome no sector no que traballo».