Cuarenta años en taxi a Suiza

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO/ LA VOZ

EUROPA

Santi garrido

José Martínez Mosquera, de Abegondo, es el decano en los viajes con emigrantes

14 abr 2015 . Actualizado a las 23:36 h.

Lo define como «un oficio normal». Singular, pero normal. Excepcional no es: en Galicia hay al menos diez taxistas que van y vienen a Suiza y Liechtenstein con regularidad, casi todos de la Costa da Morte. Pero que lleven 40 años ininterrumpidos, desde 1975, solo hay uno: José Martínez Mosquera, de Abegondo y con 62 años. Sobra decir que también es el único de España con tanta longevidad a sus espaldas (todos se conocen), y no sería exagerado decir de Europa, aunque habría que analizar las carreteras de Italia o Portugal, únicos países comparables, con mucha emigración helvética.

José empezó en esto porque no había otra cosa. «Tiña que coller un oficio, gañar un xornal». Hijo menor de ocho hermanos, con las dificultades de aquellos tiempos, un hermano comenzó a ir y venir en coche con los emigrantes en 1969, y él continuó el trabajo. Recuerda a otros que empezaron antes, los pioneros de un trabajo que entonces pasaba desapercibido, pero hace ya mucho que no están. Ahora José es el decano.

Comenzó con un Dodge Dart. Después vinieron Peugeots, Volvos y Mercedes. El último tiene ocho años y ya le queda poco para cambiar de marca. Prefiere no hablar de kilómetros. «Moitos», resume, pero es evidente que se pueden contar por millones. Su filosofía de trabajo es «a seriedade» y no correr. «Eu vou normal, tranquilo, descansando, sen correr. Non compensa». Si tienen que ser 30 horas hasta su destino, son 30 horas. Tal vez por eso tiene clientes desde hace casi treinta años. «Xa non son clientes, son amigos». Mantiene vínculos con familias de padres, hijos y nietos que ha llevado o traído, a ellos o sus pertenencias, cruzando medio continente durante cuatro decenios. En todo este tiempo han cambiado cosas. Por ejemplo, las carreteras. «Antes, ir a Madrid era como hoxe andar polas aldeas, estradas moi estreitas nas que tiñas que parar para que pasase un camión. E atravesabas os pobos constantemente. Isto xa nada ten que ver. Eu fun vendo como se facían todas as autoestradas e autovías». Tampoco el emigrante tipo es el mismo. «Daquela era todo construción, temporeiros, facía moitas viaxes por toda Suíza. Hoxe segue habendo moitas obras, pero a xente xa vai máis preparada. E eu traballo sobre todo por Basilea e Zürich». Siempre de puerta a puerta, una de las ventajas de viajar en taxi. No comenta tarifas, «porque é algo a negociar e a consultar en cada caso», pero otros taxistas hacen los viajes a partir de 180. Aunque depende mucho de la carga, el destino... Su precaución le ha permitido solventar tantos años en la carretera sin accidentes de relevancia. Suiza es origen y partida hacia Galicia, pero ha llegado incluso hasta Yugoslavia y ha recorrido toda España.

Las nuevas tecnologías no son lo suyo: «A min axúdame que a xente está contenta, o boca a boca». No le hace falta anunciarse en redes sociales. Ni siquiera el GPS. «Vou mellor sen navegador que con el. Para andar por Europa, o mellor son os mapas, está todo perfectamente indicado», señala.