Ana Seijas, estudiante becada en París: «Me gustaría volver a Lugo para hacer mi tesis sobre el Alzhéimer»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

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Ana Seijas recibió la semana pasada una beca para estudios de posgrado
Ana Seijas recibió la semana pasada una beca para estudios de posgrado

La joven lucense cursa un máster en Nanobiología y Fotónica en la prestigiosa Universidad de Saclay gracias a una beca de la Fundación Caixa Rural Galega Tomás Notario Vacas

17 feb 2024 . Actualizado a las 17:17 h.

Cambiar Lugo por París no es fácil. La inmediatez y la intensidad de la gran capital francesa dista mucho de la tranquilidad y la calma de la urbe amurallada. Y, para muchos, esa diferencia supone un dolor de cabeza a la hora de tomar una decisión tan drástica. Pero hay quien, aun así, se lanza a la aventura.

Este es el caso de Ana Seijas. Con apenas 24 años, ya atesora un currículum envidiable. Graduada en Biología y Química por la Universidade de Santiago de Compostela (USC), lleva seis años a caballo entre la capital gallega y el campus de Lugo, donde tiene a su familia.

Ahora, recién salida del doble grado del que ya presume, se ha lanzado a cursar un máster. Y no uno cualquiera. Seijas se encuentra desde hace tres semanas en París como alumna del posgrado de Nanobiología y Fotónica. Este salto no habría sido posible, como ella misma confiesa, sin la beca que se ganó por su gran expediente este año

La Fundación Caixa Rural Galega Tomás Notario Vacas, de Lugo, financiará la matrícula y la estancia de la estudiante lucense en la prestigiosa universidad parisina. El anuncio de la subvención se hizo oficial la semana pasada en un acto en el que los miembros de la caja gallega y la estudiante se elogiaron mutuamente. 

Otro modo de vida

«El cambio es muy grande. Empecé el máster en septiembre así que llevo aquí más de tres semanas ya. Es todo muy diferente, aún tengo que adaptarme», admite Seijas. Ella estudió el doble grado en el campus de Santiago, pero siempre ha estado muy vinculada con su ciudad. «Uno de los dos TFG  que hice lo desarrollé en el campus de Lugo. Mis padres son de O Corgo y de Guntín, así que me pareció buena idea aprovechar y volver a casa para ese estudio», indica.

Las clases del máster que cursa Seijas se imparten en inglés, lo cual le «facilita la vida», según ella misma dice, ya que el francés «no es todavía mi fuerte». Fuera de las clases, eso sí, esta lengua impera sobre el resto. «No queda otra que adaptarse. El inglés poca gente lo habla. Hasta casi me encontrado a más gente que hable español», asegura.

Ana explica que, por el momento, «tratan de igualarnos a todos en el máster con asignaturas comunes», pero «está muy orientado a la Física y yo soy más de Biología», comenta la joven. 

El campus parisino poco tiene que ver con la USC. «Aquí es todo súper moderno. Las obras del campus ni siquiera han terminado aún. Es lo último de lo último. Y es enorme, para ir de una facultad a otra casi tienes que coger un autobús», comenta Seijas.

«Me encanta "cacharrear" en laboratorios»

Para haber terminado en París, la joven estudiante lucense ha tenido muchos años para encarrilar su futura carrera. A pesar de que el gusto por la Biología o la Química no le viene por sus padres, que tienen trabajos ajenos a estas áreas, Seijas confiesa que siempre le atrajo la ciencia. «Hice un campus en el instituto y ya le cogí cariño. Luego llegó la Universidad y ya me encaminé mucho hacia esto. Tuve la suerte de entrar en el doble grado, aunque pensaba que no me iba a dar la nota de corte. Desde entonces, intento trabajar todo lo posible con esto. Me encanta "cacharrear" en laboratorios y eso, así que estoy muy contenta», dice.

Al ir llegando al final de su carrera universitaria, Seijas ha ido precisando todavía más su futuro. Y cada vez parece más que se dedicará a la investigación del Alzhéimer. «A la hora de hacer el TFG, hablé con una profesora del campus de Lugo que me animó a hacer un estudio con ella. Era un proyecto de investigación sobre el Alzhéimer y me atrajo mucho. Todos conocemos a alguien que conviva con esta enfermedad. Creo que me gustaría dedicarme a eso», resume la estudiante.

Es la primera vez que sale de Galicia por motivos de educación. «Es una experiencia increíble. Y sobre todo para estudiar en un sitio con este nivel y exigencia. Será difícil, pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible», indica la lucense.

De cara al curso que viene, Ana todavía no tiene claro qué será de ella. «Me gustaría volver a Lugo para hacer mi tesis sobre el Alzhéimer. Es una opción que ya me han ofrecido y creo que podría estar bien. Pero nunca se sabe», reflexiona.

Lo que sí tenía claro desde hace tiempo es que quería cursar un máster fuera de España. «Me decidí por Paris y Saclay porque era solamente un año y no dos como en otros lugares. Llevo ya seis años en el doble grado y no quería pasar otros dos cursos allí», comenta.

Finalmente, Seijas reconoce que la ayuda de la fundación ha sido indispensable para poder estudiar fuera. «Sin la beca, habría tenido que echar muchas cuentas para poder acceder a una experiencia así. Estoy muy agradecida», termina.